Estábamos demasiado tranquilos y felices con los resultados políticos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe y de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, realizados ambos en Veracruz que, como espectáculo mediático de un día, cumplió con lo esperado y dejó satisfechos a los organizadores, anfitriones y detractores en general, pero, no fue suficiente para diluir la propuesta para un Gobierno de dos años, recientemente anunciada.
 
La parafernalia que acompañó la realización de los juegos en Veracruz, jaló la atención del país y medios internacionales; la cobertura que empezó un poco tibia por todas las especulaciones alrededor de las instalaciones deportivas, así como de hospedaje, fueron superadas por una espectacular inauguración que dio pauta para que los medios nacionales e internacionales dejarán, por un momento, las protestas por los desaparecidos y crisis política y dieran atención a lo que estaba sucediendo en Veracruz.
 
La cumbre de Jefes de Estado, con las personalidades y representaciones políticas de la región que sí llegaron, dieron otro jalón para que enfriar la presión política que agobia al país y al Presidente, Enrique Peña Nieto, que tuvo algunos días de reposo y convivencia con la política internacional.
 

Estos dos eventos fueron impulsados por Veracruz y sirvieron, insisto, de respiro para el Presidente Peña y como reconocimiento para la política del Gobernador Duarte que, con buenas cuentas sobre estos eventos, se posicionó como el único estado que atrajo la atención nacional e internacional diferentes ante la crisis política y los desaparecidos de Ayotzinapa.  
 
Así pasó la entrega del 4to. informe de Gobierno y las comparecencias en un clima, digamos si cabe la expresión, de calma, en la sociedad veracruzana que logró otra vez ocupar los espacios mediáticos informativos y de opinión con buenas noticias en los juegos se rompieron records y se reconocieron por ser los mejores hasta ahora y, en la Cumbre, se inscribió un acuerdo iberoamericano en educación y movilidad estudiantil, bueno algo es algo.
 
Sin embargo y, quizás, pensando en que, la algarabía y el preámbulo de las vacaciones decembrinas, envolvería la iniciativa para una gubernatura de dos años, se envió la propuesta al Congreso para su análisis y en su caso aprobación; la inercia mediática no fue suficiente para lograr detener el estallido de emociones y suspicacias por el tema, polémico desde la iniciativa propuesta por el PAN ya hace un buen tiempo.
 

Sólo que los actores impactados no fueron la ciudadanía ni la comunidad nacional, por ser un tema local y lo que representa la sucesión por la gubernatura, los principales involucrados con aspiraciones reaccionaron y no de la mejor forma esperada.  
 
Con un rotundo no a la propuesta de Gobierno por dos años, definitivamente los aspirantes se manifestaron.
 
Esto se da alrededor y ya con los tiempos encima de la elección y selección de candidatos a la diputación federal, que se están cocinando a la fecha, y se presume favorable para las propuestas emanadas del despacho principal de Palacio de Gobierno, es decir, que el Presidente con el apoyo recibido con los dos eventos internacionales en Veracruz aceptaría las candidaturas para la elección de diputados federales con candidatos designados por el Gobernador Duarte.
 

La lógica priísta asoma la propuesta de dos años, como una instrucción en la cual todos los correligionarios se disciplinan y cierran filas para cumplirla, sin embargo, ahora las cosas son diferentes y la llamarada de pasiones se confronta porque se abre una división entre los que tienen que acatar y sacar la propuesta contra los suspirantes que se niegan rotundamente a una elección de dos años y no arriesgarán su carrera política por sólo dos años de gobernanza.
 
El panorama se complica para el PRI. Primero los diputados tendrán que sacar la propuesta, la Presidenta del partido, Elizabeth Morales, que ya se manifestó por apoyar la iniciativa, tendrá que sacar a los candidatos a los distritos federales ya, el Gobernador Duarte tiene que nombrar nuevos funcionarios que sustituyan a los aspirantes y convencer a los principales precandidatos que ya han hecho campaña desde sus curules en el senado, que se sumen a la propuesta.
 
De esa última aparecen dos escenarios políticos críticos, el primero: Los senadores Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, los dos principales, experimentados y conocidos precandidatos que ya se manifestaron contra la gubernatura de dos años, seguramente, no participarán, lo que complica aun mas la vaporera en el PRI, puesto que habrá que buscar un candidato del propio gabinete, en los ayuntamientos o independiente que sea “popular” para lograr votos en esta época convulsionada por la que atraviesa el país.
 

El segundo escenario supone que sin precandidatos fuertes, la militancia dividida, mala selección de candidatos federales y la gobernabilidad en manos de funcionarios sustitutos, el PRI, enfrentará una difícil elección tanto federal en el 2015 como la local a la gubernatura y diputados en el 2016, dejando amplia ventaja a la desorganizada y debilitada oposición que ocuparía esta crisis política general y la decisión no apoyada por los principales actores políticos en cuestión, dando amplio margen a candidatos del PAN u otros partidos opositores de tener un gobernador y diputados contrarios al Revolucionario Institucional.
 
Todo al margen de la sociedad que, como siempre, será la última en estar de acuerdo o no en cambiar las inercias políticas sea por conciencia o sea por una torta y un frutsi.  
 
Suburbio 1
 

Que tiernos se veían los policías de la Guardia Civil con sus gorritos de duendes en Plaza Animas.
 
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