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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Las mangas del chaleco, pero en serio
Francisco L. Carranco
24 de noviembre de 2014
alcalorpolitico.com
Sin afán de ser sarcástico ni burlarnos de la tragedia humana y crisis política por la que atraviesa México, hago referencia en el título a la popular sección “Las Mangas del Chaleco” del noticiero de López Doriga, al ver la actuación y declaraciones de la clase política que no haya como salir del conflicto de Ayotzinapa cada día más álgido y complejo que, políticamente hablando, se complica más y más para el presidente Peña Nieto.
 
Desde aquella fallida expresión del procurador Murillo Karam "Basta, ya me cansé" cuando prácticamente intentó dar por terminado el asunto de la investigación al presentar en una conferencia de prensa los resultados del trabajo realizado por sus investigadores; tres autores materiales del presunto asesinato de los 43 normalistas, casi 80 detenidos entre policías y delincuentes de Iguala, un alcalde preso y la esposa de éste arraigada, todo para concluir que el caso estaba cerrado como tal, sin embargo, aclaró en aquella tarde, que la investigación continúa abierta hasta confirmar, por los laboratorios austriacos que hacen las pruebas de ADN, que los restos encontrado en un río cerca de Iguala, son de los estudiantes desaparecidos.
 
Lo anterior sirvió como parte de hechos para que el presidente, Enrique Peña Nieto, pudiera salir del país que, por cierto, en China su homólogo le llamó la atención por haber rescindido el contrato con una empresa de ese país que había ganado una licitación creo que “amañada” con unos cuates de la empresa mexicana HIGA que resultaron ser socios y tener el contrato de construcción para el tren bala, México-Querétaro, que hubo de cancelar, porque resultó, también, que esa empresa, HIGA, tenía un problema con la casa de la primera dama de la nación por ser intermediario y parcial dueño de la “Casa Blanca” propiedad valuada en 7 millones de dólares.
 

Para evitar la especulación y el señalamiento de tráfico de influencias, ya que a HIGA se le ventila con contratos millonarios en el Estado de México cuando era gobernador el presidente Enrique Peña Nieto, sin embargo la cortina de humo lanzada con la polémica Casa Blanca, no fue suficiente para cubrir las protestas y el descontento por el asunto de los normalistas desaparecidos, por el contrario, al mandatario se le suma otro conflicto más, el de la propiedad de los 7 millones más el caso Ayotzinapa.
 
En una aparición la esposa del presidente, Peña Nieto, dijo, que para evitar que su familia se vea envuelta en difamaciones y especulaciones decidió vender el inmueble para acabar con el asunto, hay quienes dicen que un verdadero gesto de humildad era donar ese usufructo a causas sociales y devolver parte de la credibilidad al ejecutivo federal. Eso no se logró.
 
Apenas tocó tierra en el hangar presidencial luego de su viaje a China y Australia, Peña Nieto, fue informado del aumento de las manifestaciones en el país, algunas violentas, por lo tanto advierte que se privilegiará el diálogo antes de usar la fuerza pública.
 

Y fue este 20 de noviembre cuando la advertencia se cumple, por un lado se cancela el desfile conmemorativo y simbólico de la Revolución Mexicana, el Presidente dice que hay fuerzas que pretenden desestabilizar su gobierno y la paz social, y para evitar un conflicto con la marcha nacional programada para esa fecha por todos los mexicanos indignados que protestan por la inseguridad se llegó a ese acuerdo.
 
Sin embargo al finalizar la marcha, la protesta termina en actos violentos entre manifestantes y policías lo que genera el arresto de 11 personas y, nuevamente, surge la tensión entre el gobierno y la ciudadanía que nos hace recordar todas las preocupaciones que emergen de los grupos y sectores de la sociedad que piden, urgentemente, que el Presidente tome las riendas para que el gobierno no se debilite más.
 
El comentario es que de la misma forma que se resuelven los hechos vandálicos en las manifestaciones con detenciones de los rijosos, por qué no se actúa de la misma forma contra la delincuencia organizada, la impunidad y corrupción enquistada en lo estados ordenando a la fuerza pública representada por las policías estatales, la Fuerza civil, la Gendarmería, el Ejército y la Marina que actúen en consecuencia para fortalecer el estado de derecho, a las instituciones y la figura presidencial.
 

En México persiste la indignación porque la sociedad no percibe ninguna mejoría en la aplicación de la justicia, ni baja en la inseguridad, violencia, corrupción y lo más grave la impunidad entre la clase política y la delincuencia, lo que acumula el gran número de agravios que ha forjado la decepción del actual gobierno por no poder detener la violencia.
 
Al ciudadano no le queda más que protestar y esperar la luz en la toma de decisiones de los gobernantes para que este país no sucumba a la crisis política que hunde en la desesperación a la sociedad. Esperemos que el Presidente, deje las declaraciones triunfalistas, ejerza la fuerza que le otorga su investidura y que ponga al país en orden, él sabe cómo, antes de que sea demasiado tarde.
 
Suburbio 1
 

Dónde estarán los candidatos que dice Eli, serán las propuestas para la próxima elección.
 
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