El Procurador General de Justicia de la nación, Jesús Murillo Karam, se refirió a la eventual resolución del caso Ayotzinapa como triste. En conferencia de prensa, investido de gran tristeza, dio los detalles paso a paso del resultado de la investigación, con los testimonios y declaraciones de tres actores materiales del asesinato de personas y posterior incineración de cadáveres en un basurero del estado de Guerrero.
 
Y efectivamente los siniestros hechos narrados por el titular de la PGR manifiestan, por sus características, que los restos mortales encontrados en ese basurero “podrían” ser de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos violentamente en Iguala, pero, a pesar de que todo apunta a que sí son, el mismo procurador no tiene la certeza porque las evidencias no son contundentes, que triste.
 
La intención de la PGR es con este resultado ir sensibilizando a los familiares de los normalistas y a la sociedad mexicana para que ésta crea que las investigaciones sobre el caso están llegando a su fin, tienen a tres asesinos confesos, tienen las “pruebas”, tienen las declaraciones y las evidencias se enviarán a un laboratorio especializado en Austria para confirmar si los restos encontrados son de los estudiantes, que triste.
 

En el caso de que el laboratorio internacional compruebe que los restos sí son de los muchachos desaparecidos podría llevarse más de un año en el análisis, esto le quitaría presión al asunto para intentar mantener a la opinión pública tranquila la investigación sigue, aunque ya sabemos cual será el final, que triste.
 
Los familiares siguen con la incertidumbre y al declararse la investigación abierta ésta continuará hasta que las evidencias confirmen que los muchachos fueron asesinados, que el estado agotó todos los recursos y que el tiempo archivará el caso en el olvido, que triste.
 
El estado logró esclarecer los delitos en el caso Ayotzinapa, pero no hay delincuentes (autores intelectuales) detenidos a excepción de los tres que confesaron los hechos del 26 y 27 de septiembre, por lo tanto, la sociedad mexicana espera que ahora la investigación sea en la persecución de la organización criminal y toda su red de complicidad, mientras esto sucede se pretende llegar a la normalidad como si nada hubiera pasado, que triste.
 

La solidaridad ejercida por todos los jóvenes y ciudadanos, en general, hacia el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, quedó vulnerada porque al parecer con el reporte presentado por la PGR quedó resuelto el caso y las protestas a medias, que triste.
 
México atraviesa por la peor crisis de derechos humanos consolidada en lo últimos años y proyectando a un país bárbaro en el cual la autoridad ha sido rebasada por la delincuencia que a trasiego del poder desarrollan sus actividades delictivas, que triste.
 
La comunidad internacional observa incrédulo que en un país que ostenta la democracia como bandera, no haya la suficiente fuerza para impartir justicia y detener la inseguridad que nuevamente con los recientes hechos demuestra que México no es un destino seguro para atraer inversiones, turismo y negocios para acabar con otros problemas que el país tiene como la pobreza y falta de educación, que triste.
 

La impunidad y la corrupción siguen siendo los pilares en los que se sostiene la simulación de un estado democrático en una realidad de barbarie, que triste.
 
Finalmente el caso está resuelto, hay delincuentes confesos, restos de cadáveres, algunos responsables detenidos y una investigación abierta, ahora sólo falta aplicar una dosis de tiempo para que el pretexto presentado como solución al caso Ayotzinapa sea validado como caso resuelto, que triste.
 
Suburbio 1
 

Y todo listo para los Centro americanos, ojalá que todo salga bien
 
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