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Columnas y artículos de opinión
Esfera Política
Verborrea, como el ébola
Ricardo Vázquez Salazar
21 de agosto de 2014
alcalorpolitico.com
Las personas de la tercera edad siguen padeciendo los estragos del abandono por parte de las autoridades. Primero fue el problema que enfrentan en la Caja de Ahorros Solidaridad del Departamento de Jubilados de la Sección 30 del sindicato petrolero de Poza Rica, al no recibir el pago de sus ahorros de toda la vida; situación que ocasionó enfermedades en unos; en otros se agravaron sus padecimientos, incluso en algunos llegó a provocarles la muerte, debido a la desesperación e impotencia según se ha dado a conocer entre los jubilados.
 
Corría el mes de mayo de 2009, en plena campaña para la diputación federal, el candidato se comprometía ante varias decenas de asistentes por una tercera edad digna; excelentes servicios médicos y buena alimentación. Decía en esa ocasión el abanderado tricolor: “Es necesario seguir cuidando a aquellos hombres y mujeres que hicieron este país, los adultos mayores, para que tengan mejores ingresos y una tercera edad digna en todos los sentidos, ya que son ellos los que han puesto todo su empeño en la construcción del México actual”.
 
Las mismas expresiones se le volvían a escuchar en el 2013, esta vez como candidato a presidente municipal.
 

Hoy como alcalde de Poza Rica, Sergio Lorenzo Quiroz Cruz, ha abandonado por completo aquellos compromisos con los adultos mayores; ha dejado a un lado sus promesas –que como él mismo lo dijo- con quienes pusieron todo su empeño en la construcción del México actual.
 
Los reclamos por parte de los defraudados jubilados de Pemex al alcalde y líder del sindicato petrolero en Poza Rica, Quiroz Cruz, es por su falta de apoyo y desinterés para resolver esta situación tan lastimosa para los jubilados. Los plantones frente al palacio municipal y el edificio sindical no se han hecho esperar.
 
Lo que está sucediendo en Poza Rica con las personas de la tercera edad es sumamente preocupante. En los escasos siete meses y medio de la actual administración municipal, es absurdo que dos senectos hayan fallecido por desnutrición, en el albergue “Casa de los Abuelos” a cargo del DIF municipal.
 

El primer fallecimiento se dio en el mes de abril. El más reciente fue el pasado lunes cuando el ancianito Felipe Salinas Gaspar entro en estado de inconsciencia sin recibir auxilio ni atención médica, hasta seis horas después fue trasladado al Hospital Regional de Poza Rica, para que varias horas más tarde pereciera. Como lo informara oportunamente Lidia López del portal Alcalorpolitico.com.
 
En ambos casos, la causa de fallecimiento se presume por desnutrición, lo cual es extremadamente aberrante, pero además de eso, el abandono y la falta de atención hacia los ancianitos por parte de las autoridades locales responsables. Así como los señalamientos de que son maltratados en el DIF municipal.
 
Ante esta lamentable situación que representa un riesgo para las personas de la tercera edad, ya es necesaria la intervención de las autoridades estatales o federales.
 

Pareciera como si la verborrea fuera una enfermedad contagiosa; el preámbulo del desinterés, desatención y negligencia. De alta mortalidad como el ébola.
 
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