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Columnas y artículos de opinión
El Patio Muñoz y otros escenarios
Guillermo H. Zúñiga Martínez
16 de agosto de 2014
alcalorpolitico.com
Transitar por las colonias, el centro o las comunidades marginadas los caminos de Xalapa, es una experiencia que puedo recordar desde hace décadas, porque los servicios básicos para la existencia y convivencia familiares han costado trabajo, ya que los recursos gubernamentales nunca han sido suficientes para satisfacer, de manera inmediata, las exigencias de los habitantes humildes.
 
En esta ciudad se han edificado patios de vecindad en los cuales las familias coexisten de manera civilizada, armónica y llena de colaboración; son ambientes que deben analizarse y mejorar para beneficio de quienes se dedican a construir, servir y trabajar para todos.
 
Cuando desempeñaba el cargo de Secretario de Educación, en el año de 1986, supe que el gobernador de la entidad se preocupó porque uno de los patios de vecindad más famosos de Xalapa fuera rehabilitado, a grado tal que se reacondicionó y Don Fernando Gutiérrez Barrios trabajó esa idea junto con Manuel Fernández Ávila, que era el Presidente Municipal; como resultado, el conocido Patio Muñoz permanece siendo extraordinario y ejemplo de concordia social.
 

Se ha acostumbrado que los eventos culturales se realicen en lugares como el Teatro del Estado, el Museo de Antropología de la Universidad Veracruzana, el auditorio Silvestre Moreno Cora de Palacio de Gobierno, el de la Escuela Normal Veracruzana, el salón de actos de la vieja Normal construida en 1935 por órdenes del Gobernador Gonzalo Vázquez Vela y donde, por cierto, culminé mi carrera de maestro; el Paraninfo del Colegio Preparatorio y en las galerías que se encuentran en la avenida Juárez o en el recinto del Congreso del Estado.
 
De estas actividades las más socorridas son las graduaciones, fiestas dedicadas a los niños y jóvenes, terminación de cursos y son tantas en esta capital, que se dan casos en que las instituciones que pertenecen al pueblo, no tienen lugar ni tiempo para facilitarlas a los interesados por lo que se debe pensar la mejor forma de dar las gracias y realizar los actos culturales que merecen una enorme atención, en otros escenarios populares.
 
Menciono lo anterior de manera muy comedida, porque hace tres días se llevaron a cabo dos ceremonias que destacaron por su importancia: una, que fue realmente brillante y colosal, se desarrolló en el Patio Muñoz, donde los vecinos agradecieron que el gobierno los tomara en cuenta para que fuera un ámbito en el cual los participantes sonríen, viven, experimentan y sienten el mundo nuevo que les corresponde como representantes reales del estudio.
 

En ese espacio se entregaron títulos a diversos profesionales y los invitados llegaron por sus documentos viajando desde la hermana ciudad de Córdoba. Después, el sitio que se tuvo en cuenta fue el jueves siguiente, cuando se realizó un acto de singular belleza y atractivo en el Parque Bicentenario. A la entrega de cada documento a los egresados de la UPAV, se alegraba el paisaje y se apreciaba la belleza porque el verde de los pinos, el esplendor de las magnolias, las palmas areca, de coyol y de abanico, las araucarias, cicadas, higueras, hules, palmas yagua, jinicuiles, pomarrosas, aguacates, hayas, crotos, duraznos, guayabos, naranjas y helechos, era estimulante, por lo cual cobró importancia el discurso del Ingeniero Miguel Sánchez Hernández, Director Solidario de la Licenciatura en Trabajo Social de la UPAV, quien entre otras afirmaciones dijo : “Es mi intención invitarlos a que continúen con ese ímpetu por el camino que cada uno de ustedes tiene trazado”.
 
Lo que se aprecia denodadamente es que la entrega de títulos profesionales puede hacerse en cualquier espacio, porque lo sobresaliente es que los documentos significan la preparación, la voluntad y el deseo de superación de cada uno de los egresados.
 
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