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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Seguridad o inseguridad
Francisco L. Carranco
7 de julio de 2014
alcalorpolitico.com
Nuevamente en la agenda el tema de la inseguridad ocupa un lugar preponderante en la esfera mediática e impacta e la sociedad, esa sensación pone de nervios a la ciudadanía y provoca tensión es las autoridades encargadas de, precisamente de la seguridad pública.
 
Últimamente han sucedido, en varias ciudades del estado, hechos violentos que generan preocupación por la magnitud del evento, por ejemplo, en el sur del estado se descubrieron fosas de inhumación clandestina que, a la fecha, las investigaciones no tienen resultados y eso provoca una serie de especulaciones sobre quien o quienes son los responsables.
 
Otro caso es la tentativa de linchamiento que ciudadanos cordobeses intentaron realizar en contra de un individuo que violo y mató a una jovencita. La ciudadanía en un efecto de desesperación intentó seguir y castigar con mano propia los delitos en agravio de la menor.
 

El mismo el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, se manifestó en contra de que la sociedad pudiera comenzar a aplicar justicia por su propia mano, por supuesto, que eso es inaceptable, pero no reprobable, que la sociedad intente juzgar y castigar a los culpables ante la desesperación de observar como los delitos del fuero común crecen cada día más y más.
 
En la capital del estado en la zona céntrica conocida como el “Dique” recientemente fue asaltado un joven y despojado de sus pertenencias recibió una golpiza que hubo necesidad de llamar a los paramédicos para su atención.
 
Esos y otros delitos graves se llevan a efecto a cada ciudad del estado, aunque, son más notorias y escandalosas las que suceden en Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Tuxpan o Poza Rica ya que aquí se asientan los poderes del estado y son el termómetro en la medición de los índices de seguridad que dan los parámetros a nivel nacional.
 

Tenemos un gran problema cuando hablamos de seguridad. Por qué, bueno, tenemos que ver cual es la perspectiva principal para abordar el problema, por un lado tenemos que definir los indicadores de la seguridad y otra la perspectiva de los asuntos que generan inseguridad que es igual pero no es lo mismo.
 
La seguridad que se supone brinda el estado, es un derecho constitucional que debe guardar sobre la vida y pertenencias de cada ciudadano, es prevenir el delito, perseguirlo y disminuir los índices de violencia, entre otras tantas acciones.
 
La inseguridad debe abordarse desde diferentes perspectivas no sólo como una causa social, una ocurrencia esporádica, no la inseguridad está vinculada estrechamente a factores en un lugar especifico de las ciudades, desde factores económicos, políticos, marginalidad, bajos salarios, desempleo, falta de oportunidades para trabajar y estudiar, hasta falta de valores sociales y morales, composición familiar: madres solteras, desintegradas, alcoholismo, violencia filial, etcétera.
 

Cuando se aborda el tema de la inseguridad se habla del delito pero en su concepción más amplia, sin embargo, los ciudadanos generan un sentimiento de inseguridad que es también un miedo latente originado por la impunidad ante el quebrantamiento de la ley, la intranquilidad que producen lugares donde hay desaseo, grafiti, deterioro del espacio público, ruido, la indigencia, la agresión verbal y el crimen, como si nada o nadie pudiera poner fin a su existencia.
 
Entre la ciudadanía impera la desconfianza de los individuos en los órganos de seguridad legales, la carencia de soluciones ante las demandas de los ciudadanos de acceder al garantía de la seguridad que el estado debe otorgar a la sociedad.
 
En cada esquina surgen grupos de franeleros, lanzallamas, vendedores, limosneros, limpia brisas que agreden a los automovilistas, los gariteros atacan, siempre por la noche, las paredes y monumentos, pandilleros asolan las colonias robando, asaltando y lastimado a ciudadanos y sus casas.
 

Los eventos delictivos se reflejan cada día más en la prensa rebasando por ejemplo, l intervención policial en flagrancia contra los delincuentes, la investigación de delitos es dilatada y no hay reflejo de la prevención del crimen.
 
Por ello pareciera que en una competencia entre los delincuentes y el estado, la ventaja la lleva la impunidad y el balance es que los ciudadanos no se sienten satisfechos con las instituciones garantes de la seguridad y la prevención de la inseguridad. Escenario que se traduce en mayor nivel de inseguridad y un divorcio marcado entre la policía y la población.
 
Suburbio 1
 

Américo Zúñiga, se perfila para ser un buen alcalde, el voto ciudadano no se equivocó.
 
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