icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
El retroceso a la Barbarie (2)
Francisco L. Carranco
2 de junio de 2014
alcalorpolitico.com
Por supuesto que no es aventurado ni exagerado hablar de barbarie en los centros urbanos de Veracruz. Las situaciones por las que atraviesan algunas ciudades como Xalapa, para poner un ejemplo, son significativas ante la ausencia del orden, por ello, en diferentes entregas hemos apelado a la barbarie para ejemplificar ciertos hechos que ofenden a la ciudadanía y exhiben la antesala de la incivilización.
 
Definitivamente compartimos la opinión de uno de nuestros lectores que dice que la barbarie habría que ubicarla específicamente cuando se usa el término y, por supuesto, que tiene razón, pero, también aclaro que en dos de sus acepciones más aceptadas para el uso cotidiano, es aquel que habla de la falta de cultura o atraso cultural y dos: la que cuyo significado habla de la fiereza o crueldad en la realización de ciertas acciones.
 
En la ciudad de Xalapa a diario vemos un contexto social donde ocurren los vestigios, si se me permite el concepto y uso, de las dos concepciones vertidas con antelación del término barbarie, por un lado las acciones que se han convertido en una herramienta de presión para arreglar cualquier asunto con las manifestaciones, protestas y disturbios en la toma de calles y dependencias para lograr solución a intereses de diferentes índoles.
 

Esas acciones irrumpen en la cotidianidad del espacio vital de la ciudadanía ocasionando problemas que atentan contra el equilibrio y La paz social, las dimensiones de los disturbios acorralan a las autoridades para tomar decisiones, si actúan conforme a derecho, malo u omiten su responsabilidad, malo.
 
Esa disyuntiva en la toma de decisiones esta provocando una tensión entre la ciudadanía, las autoridades y el estado de derecho. La falta de actuación para mantener el orden provoca que los grupos manifestantes obtengan empoderamiento y presionen la toma de decisión a su favor vulnerando los derechos del resto de los ciudadanos.
 
Las autoridades, tanto estatales como municipales, no ejercen la autoridad con la fuerza pública por considerarse una medida anti democrática y ante la fiscalización que ejercen los medios de comunicación las instituciones encargadas del orden y La paz pública caen en letargos y omisiones en el ejercicio de sus potestades.
 

Ante esta situación el ciudadano se vuelve víctima entre las protestas de los otros ciudadanos que ejercen actos violentos y la omisión de la autoridad para restablecer los principios del estado de derecho.
 
La ciudadanía se vuelve depositaría de un enojo que, poco a poco, va acabando con la tolerancia y paciencia y, ahí está lo más peligroso, en breve observaremos a los propios ciudadanos montados en cólera tratar de resolver la problemática que causan los manifestantes, precisamente con la misma moneda, es decir, iracundos arremeter violentamente contra los reclamantes, un acto bárbaro ante la omisión de los cuerpos de seguridad ante un acto bárbaro.
 
Si a esto le sumamos los otros actos categorizados en el concepto de barbarie, el que se refiere a la ausencia de cultura o incivilidad, la respuesta ciudadana también se reflejará en actos bárbaros al repeler las acciones de, por ejemplo: en la calle de Rebsamen a la altura del sindicato del Seguro Social una ferretería bloquea los carriles del arroyo vehicular para descargar grava y arena en pleno horarios matutino, en donde automovilistas intentan llegar a sus trabajos, escuelas y labores cotidianos, el mismo caso sucede allá por el Peñascal con una situación similar.
 

Los taxis y camioneros del servicio urbano virtuales enemigos públicos de la ciudadanos sea este automovilista o peatón que, realmente, subestiman la vida humana, manejando a alta velocidad por las calles de las ciudades, cualquiera que esta sea, causando desde embotellamientos viales hasta fatales accidentes que han causado lesiones graves a los ciudadanos y hasta la muerte, como recientemente sucedió en el puerto de Veracruz.
 
La tolerancia u omisión de la acción para mantener el orden en las ciudades del estado, se empieza a reflejar como incapacidad de los mandos responsables de la concordia y paz social.
 
La administración de los servicios públicos es a otro síndrome de la barbarie, ciudadanos incivilizados que arrojan basura en las calles, que sacan sus deshechos antes del toque de la campana, y el camión que no pasa.
 

El aumento irresponsable de la velocidad en las calles y avenidas con la ausencia de agentes de tránsito que controlen e infracciones a los conductores que cometen acciones fuera de la ley.
 
Esos y otros ejemplos que son visibles y que usted amable lector, estoy seguro, tiene algún ejemplo conocido o sufrido en el cual puede detectar el retroceso cultural (educación, buenos modales, respeto a las autoridades, tolerancia, concordia, solidaridad y otros valores) para dar paso a los anti valores y a los dos conceptos a que hace referencia el concepto de barbarie 1.- la falta de cultura o retroceso cultural y 2.- la fiereza o crueldad de ciertas acciones en contra de nuestros semejantes. Quedará para la reflexión.
 
Suburbio 1
 

Que el ayuntamiento de Xalapa le entrará a un fobaproita, es decir, al rescate de la empresa Homex, para urbanizar un fraccionamiento, que ya no pudo con el paquete y quedó a deber la introducción de los servicios públicos. Los vicios ocultos salieron a flote y el ayuntamiento al rescate, no hagas cosa buenas que parezcan… tapadera.
 
[email protected]