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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Gracias, Gabo…
Jorge Arturo Rodríguez
22 de abril de 2014
alcalorpolitico.com
Pues nada, que se nos fue Gabriel García Márquez, Gabo, Gabito, y, claro, no faltaron las condolencias, los homenajes, los twitts y demás detalles (iba a decir chingaderas) en las redes sociales. Faltara más, faltara menos. Y, como siempre, después de la nota, del manejo mediático, en unos cuantos añitos nuestro Gabo estará en el olvido… O quizás nos acordaremos de él en el centenario de su nacimiento o muerte. Vaya, lo resucitaremos cada año como lo hacemos con Jesucristo en Semana Santa. ¿Acaso así es la memoria del hombre, tan pobre, tan precaria? Yo espero que no y al menos más de uno lo sigamos leyendo. Lo dijo Eliseo Alberto, “los muertos que uno ama no se mueren nunca”. El mismísimo Gabito apuntó: “La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”.
 
Y con seguridad que han de estar ya hasta la madre, como yo, de tanto fastidio mediático a propósito de su muerte; por eso sólo les comento que dijo alguna vez que el día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo. En la máuser, lo bueno es que él ya partió.
 
Pero pa’ qué preocuparnos. Lo versificó William Deer: “¿Por dónde me llegará la muerte? ¿Por dónde? ¿A qué hora me llegará la muerte? ¿En qué instante? ¿Por dónde y cuándo la muerte, al fin, me llevará de la mano? ¿O acaso del corazón?”
 

Además, no nos pongamos apesadumbrados… vaya, mamilas, porque  de repente, qué pocas palabras quedan: amor y muerte, ¿o no, Jaime Sabines?
 
Bien, si me apresuran, no sé quién escribió: “Cuando muera, vístanme de negro. Guardaré luto hasta que mis restos polvo sean. Son ustedes los que se quedan”.
 
Seamos todos Gabos, cuando dijo que “la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”. Ahí seguirá y seguiremos viviendo.
 

Gracias, Gabriel García Márquez.
 
De cinismo y anexas
 
Un guiño a nuestros legisladores. El artículo “Ley en Francia permite a trabajadores ignorar los correos electrónicos de sus jefes después de las 6 PM”, dice algo así: “Internet ha traído ciertas “ventajas” al mundo laboral pero también, en la medida en que forma parte de un sistema basado en la explotación, es una más de las muchas herramientas con que prácticas de este tipo se reproducen y se fortalecen. Así, por ejemplo, la duración de una jornada laboral, reconocida legalmente como de 8 horas (un derecho ganado por las luchas obreras del siglo XX), pero, en la vida diaria, en la vida real, extendida hasta las 10, 12 horas e incluso más, sin que ello implique el pago correspondiente de tiempo extra. La plusvalía tiene que salir de algún lugar, y ese lugar casi siempre es la fuerza de trabajo. En Francia, sin embargo, donde algo saben de le bon vivre, “el buen vivir”, recientemente fue aprobada una ley que permite a cierto sector de trabajadores ignorar los correos electrónicos de tipo laboral que reciban después de las 6 de la tarde, incluso si se trata de uno de sus jefes inmediatos pidiendo alguna tarea urgente. La medida, claro, busca concientizar entre el tiempo de trabajo y el tiempo de loisir, el ocio que todos necesitamos para dedicarnos a aquello que nos nutre de otra manera: la familia, nuestra casa, un pasatiempo, una actividad de desarrollo personal, etc.”
 

Por lo pronto ahí se ven.