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Columnas y artículos de opinión
Experiencia o preparación académica
Guillermo H. Zúñiga Martínez
19 de abril de 2014
alcalorpolitico.com
He tenido el gusto de concurrir a distintas reuniones que se verifican en Xalapa con políticos de experiencia, conocimientos y vivencias muy claras sobre lo que ha pasado en el Estado desde hace mucho tiempo. Uno de los temas más prolijos e interesantes es el que ha despertado el extraordinario Presidente de la República, uno de los políticos más honrados de que se tiene memoria como lo fue don Adolfo Ruiz Cortines y en especial se ha estado hablando de la forma en que llegó a ocupar la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz al lado del Gobernador Casas Alemán. Este tópico ha sido muy discutido.
 
Cuando Miguel Alemán Valdés acepta ser el coordinador de campaña de don Manuel Ávila Camacho, candidato del PRM a la Presidencia de la República, se ve en la necesidad de pedir permiso al Congreso del Estado para separarse y que las autoridades locales resuelvan quién lo sustituye. Como usted sabe, fue el cordobés Fernando Casas Alemán y, aunque efectivamente existen vacíos de textos biográficos, debemos reconocer que algunos autores señalan que el gobernador sustituto no tenía los méritos suficientes para ocupar tan importante cargo, pero lo real es que cuando acepta, sin que él lo supiera, llega a la Secretaría de Gobierno un hombre de cincuenta años que había tenido cargos de carácter administrativo y contable y algunos políticos, pero no dentro de la administración pública estatal, me refiero al jarocho Adolfo Ruiz Cortines.
 
Todo mundo ha aceptado que fue buena la designación de Secretario de Gobierno en un político experimentado y muy honrado -también comparto esta idea-, porque estamos hablando de un espléndido servidor público, pero al investigar sobre los requisitos para ser Secretario de Gobierno en 1940, tuve que buscar la Constitución Política de nuestro Estado de aquella época y encontré en el artículo 91 que el Gobernador contará para el despacho de los negocios oficiales con un colaborador que se denominará Secretario de Gobierno. Lo más interesante de estas disposiciones es que para ocupar ese puesto son necesarios los mismos requisitos que para ser electo gobernador; siendo indispensable, además, que la persona escogida sea titulada en la ciencia del derecho.
 

Con base en el artículo 83 de la propia norma jurídica suprema vigente en 1940, para ser gobernador de esta entidad se requieren cualidades que no han desaparecido totalmente: en primer lugar ser nativo del estado y ciudadano del mismo, en ejercicio de sus derechos y con cinco años de vecindad anterior al día de la elección; en otra parte, el propio mandamiento exige que se debe saber leer y escribir, contar con treinta años cumplidos, pertenecer al estado seglar y carecer de empleo, cargo o comisión en otras entidades lo que incluye la federación, o de plano renunciarlos y estar separado de ellos cuando menos noventa días antes de la elección a Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz; asimismo, otro de los requisitos indiscutibles es que no haya figurado “ni directa ni indirectamente en alguna asonada o cuartelazo”.
 
En las conversaciones con los veracruzanos, lo que se ha querido descubrir es por qué en el año de 1940 se viola la Constitución, dado que don Adolfo Ruiz Cortines no contaba con el título profesional para ser Secretario General de Gobierno. Lo que a todo mundo le parece bien es que haya ocupado el cargo, pero si usted ve la biografía, investiga datos y quiere enterarse de las razones por las cuales a él se le nombra junto a Fernando Casas Alemán, le quiero decir que es bastante difícil encontrar la justificación, porque no se dan explicaciones. Lo cierto es que las sospechas radican exclusivamente en la habilidad de Miguel Alemán Valdés, porque conocía a don Adolfo, sabía de él y lo percibía como un hombre maduro, responsable y una garantía para el buen funcionamiento del gobierno estatal; en otras palabras, la conclusión es que quien interviene en forma directa, pero no declarada ni manifiesta, es el coordinador de la campaña de don Manuel Ávila Camacho y le agradece tanto a Ruiz Cortines que, sin decir nada, cuando toma posesión el teziuteco del primer cargo en la República Mexicana, y el propio Alemán Valdés es nombrado Secretario de Gobernación, éste invita de inmediato a don Adolfo Ruiz Cortines a ser el Oficial Mayor de esa dependencia tan importante.
 
¿Cuál es el mensaje medular de estas líneas? Que a veces lo relevante se halla en la personalidad de los funcionarios y no en su preparación académica, aspectos estos últimos que van desapareciendo porque cada día se hacen más significativos los estudios que curse para atender a la colectividad; pero cuando se cumple una responsabilidad para servir a las causas sociales, es necesario poseer espíritu de servicio, entrega, convencimiento y deseos de trascender en el tiempo y en la historia.
 

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