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Columnas y artículos de opinión
Ajedrez Internacional
Los retos pendientes de Occidente en Medio Oriente
Raúl Sánchez
4 de abril de 2014
alcalorpolitico.com
Cada año, la Unión Europea (UE) realiza una extenuante evaluación de la Política Europea de Vecindad (PEV) la cual se basa principalmente en cooperación y ayuda financiera a aquellos países vecinos[i] que asumen ciertas reformas políticas y económicas, acordes a las prácticas europeas.
 
En la valoración que realizó la Unión Europea sobre su PEV en el Medio Oriente y el norte de África se congratuló por la nueva Constitución adoptada en Túnez –tres años después del inicio de la revolución- y por las reformas llevadas a cabo en Marruecos. Pero la Unión Europea tiene que realizar un profundo ejercicio de reflexión así como un replanteamiento de sus objetivos en esta zona geográfica. Sin duda alguna la polarización política y el estado de las libertades de reunión y prensa en Egipto se presentan como un fuerte revés para la Unión Europea. Por otro lado Libia se sigue desangrando en una constante lucha de grupos tribales que no permiten una cohesión al interior de este país
 
Asimismo Líbano y Jordania se esfuerzan por superar el impacto de la guerra civil siria en sus sistemas políticos, económicos y sociales. De acuerdo con los últimos reportes de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) Líbano ya acoge a más de un millón de refugiados sirios[ii] que huyen de una guerra civil la cual no promete terminar en poco tiempo.
 

También son conocidos los conflictos entre israelíes y palestinos quienes han vuelto a entablar conversaciones de paz, pero los obstáculos que deben vencer siguen siendo muy complejos.
 
El programa nuclear iraní, la reconstrucción de Iraq y Afganistán, todos estos son retos que Occidente tiene pendiente de confrontar en conjunto con los locales.
 
Medio Oriente es sin duda el mayor reto que puede tener tanto Estados Unidos como la Unión Europea en cuanto a política exterior. Los esfuerzos han sido varios y de diferentes envergaduras.
 

Afganistán e Iraq, lecciones no aprendidas
 
En la historia contemporánea de las relaciones entre Occidente[iii] y el Medio Oriente y sus de rededores seguramente los primeros “retos” llegaron con la invasión a Afganistán y a Iraq. La invasión a Afganistán y a Iraq sólo mostró dos cosas: primeramente la flaqueza y la falta de cohesión con la que los Estados miembros de la UE llevan su política exterior[iv]; en segundo lugar, demostró el mundo unipolar que todavía se percibía tras la caída de la URSS pues Estados Unidos en contra de una resolución de la ONU fue a la guerra en Iraq.
 
Afganistán e Iraq realmente han sido fuertes reveses, principalmente para Estados Unidos quien no ha sido capaz de controlar la insurgencia en ambos países, por ello es que ha replanteado dejar los asuntos de seguridad a los gobiernos locales; ha calado en muchos dirigentes estadounidenses retirar las tropas de ambos países. Simplemente las cosas no salieron bien. Los talibanes siguen allí, siguen permeando la sociedad afgana, nunca cayeron derrotados, ni siquiera con el asesinato de Osama Bin Laden en Pakistán. Este fin de semana habrá elecciones en Afganistán pero se vislumbra una falta de cooperación entre los estadounidenses y los líderes afganos electos.
 

Iraq es una historia aún más trágica, después de llegada de tropas occidentales a Bagdad, se libró una batalla en las calles la cual he dejado una cuenta de más de decenas de miles de muertos por ambos bandos. Asimismo los pocos líderes iraquíes que quedaron han librado batallas políticas por hacerse el poder. El Iraq de hoy día sufre un tremendo divisionismo que no se había observado previamente con Saddam Hussein: la confrontación entre chiísmo y sunismo se observa exacerbado aunado a que la Región Autónoma del Kurdistán[v] funciona ahora como un Estado de facto con sus propias instituciones y su propia recaudación y gasto de recursos; su capital, Erbil, ha ido prosperando con el paso del tiempo –gracias a los fuertes ingresos de los yacimientos petrolíferos-.
 
Con la llegada de la Primavera Árabe se vislumbraba una nueva época y reacomodo geopolítico en favor de Occidente, desgraciadamente los cálculos no salieron de acuerdo a lo esperado.
 
Egipto, ¿lo inevitable?
 

Egipto, segundo país en donde la Primavera Árabe brotó y en donde el segundo dictador cayó –Hosni Mubarak- sufrió en el lapso de algunos meses una serie de eventos vertiginosos: protestas liderados por jóvenes, salida del ejército a las calles, la caída de Mubarak, el auge de los Hermanos Musulmanes, la ascensión de Mohammed Mursi como presidente, su posterior desplome a un año de mandato, hasta llegar nuevamente al establecimiento de una dictadura militar. Pero El Baradei[vi] ya lo había mencionado en su momento con palabras muy duras: “Es necesaria una reevaluación (…) La política occidental en la región va hacia un fracaso total”[vii].
 
El día de hoy, Egipto es controlado por una cúpula militar que administra prácticamente toda la vida política y socioeconómica de los egipcios. ¿Y Occidente? La revolución pasaba más rápida que las acciones de los líderes occidentales. Antes de la revolución, los europeos “toleraban” la dictadura de Mubarak, una vez que buena parte del pueblo egipcio se volcó a la calle entonces los mandatarios comenzaron a señalar y realizar “recomendaciones” al gobierno egipcio. Con Mubarak fuera del poder, el discurso no cambió tanto, tanto estadounidenses como europeas urgían a que se llevaran a cabo elecciones. ¡Sorpresa! Ganaron los Hermanos Musulmanes cuya ideología no era exactamente en favor del secularismo. Lo peor vino después, el golpe militar perpetrado por los militares egipcios dejó perplejo a todo el mundo. ¿Condenaron dicho golpe de Estado? ¡No! Nuevamente se escudaron en el discurso del restablecimiento del orden jurídico en Egipto. Sin pena ni gloria la cooperación técnica militar entre Egipto y Estados Unidos se ha restablecido. Los europeos no les han impedido el paso a los militares egipcios para entrar en la UE, tampoco han congelado las cuentas bancarias de los principales dirigentes. Ahora el general Al Sisi se postula para las siguientes elecciones en Egipto.  
 
Libia, ¿qué hacer?
 

Libia, antigua colonia italiana, también ha sido todo un desafío para los Estados Unidos y la Unión Europea. Libia es geopolíticamente estratégico para la Unión Europea pues provee de petróleo y gas a los países europeos, principalmente mediterráneos. Hasta antes de la invasión, las relaciones contemporáneas entre el ex líder libio Muammar Gadaffi y los mandatarios europeos se podían tachar de “normales”. Por supuesto que tenían viejas rencillas pero también necesitaban de los energéticos libios. Cuando el Consejo Nacional de Transición[viii] se constituyó Francia e Italia fueron los primeros países en reconocer a este Consejo como la autoridad nacional de este país.  
 
Con ciertas reyertas Rusia y China aceptaron que la OTAN formara una “zona de exclusión aérea” en la que los aviones libios no pudieran despegar y “no afectaran” a la población civil que luchaba por sus derechos. Finalmente la OTAN entró en Libia, Rusia se disgustó y Gadaffi finalmente cayó. En este momento y como en los ejemplos anteriores, encontramos a una Libia dividida en tres regiones: Fezzan –la región desértica dominada por jefes tribales-, Tripolitana –en donde se encuentra Trípoli, la capital- y Cirenaica –cuya principal ciudad es Bengazi, en donde comenzó la rebelión libia-.  
 
Siria…
 

Sin duda es el peor escenario de todos en donde confluyen claramente una multiplicidad de factores tanto internos como externos. Entre los factores internos podemos mencionar la ya persistente división entre sunitas y chiitas, así como la intromisión de actores como kurdos, alauitas, drusos, entre otros, también persiste la división entre las diferentes regiones, clases sociales, sectas religiosas, grupos étnicos y aquellos que está en contra o favor del régimen de Bashar Al Asad.
 
Entre los elementos externos están, sin duda los grandes jugadores Estados Unidos y Unión Europea, quienes ahora se manifiestan en favor del pueblo sirio –el cual, como se observó anteriormente, es muy difícil de definir pues todos tienen fortalezas, debilidades y, sobre todo, intereses diferentes-; a esto ahora hay que agregarle un posicionamiento favorable al régimen de Al Asad por parte de Rusia quien no desea se vuelva a repetir lo de Libia. Para hacerlo más interesante, países regionalmente poderosos como Turquía e Irán han influido en el curso de esta historia que no tiene fin.
 
Estados Unidos y los países de la UE deseaban ver que Al Asad dejara el poder lo antes posible. Por las circunstancias actuales esto se observa extremadamente difícil. No sólo Al Asad no ha dejado el poder sino que ahora los propios civiles sirios se están matando entre ellos por el control de las ciudades. Sólo dos palabras pueden describir esto: Caos total. Sólo una palabra puede resolver esto: negociación.
 

Sin duda alguna y a pesar de las actuales diferencias con Rusia e Irán, los países occidentales tienen que continuar las conversaciones con todos los actores pues este problema no podrá resolverse de otra manera que no sea la negociación, previa observación de las reales posibilidades de acuerdo a la realidad persistente.
 
Líbano y Jordania, ¿nuevos problemas?
 
La guerra civil en Siria va más allá de las propias fronteras de este país. Diariamente miles de refugiados sirios llegan a las fronteras con Turquía, el norte de Iraq, Jordania y Líbano. Resolver la crisis en Jordania y Líbano resulta extremadamente difícil. El último caso es realmente preocupante pues Líbano sólo posee una población de poco más de 4.5 millones de libaneses aunado al más de millón de nuevos sirios. De acuerdo con cálculos del ACNUR, se necesitan alrededor de 1,890.000 millones de dólares para sufragar los gastos que precisan para asistir a los sirios. Hasta el momento, sólo han recibido 242 millones. Este fenómeno se reproduce en los otros países de acogida. La política de cooperación de la UE y Estados Unidos se ha visto en entredicha.  
 

Lo que sigue
 
Muy bien lo dijo Shlomo Ben Ami: “Política y económicamente exhaustos, y atentos a electorados que claman por un giro de las prioridades hacia las preocupaciones internas urgentes, Europa y Estados Unidos ya no son capaces de imponer sus valores e intereses a través de intervenciones militares costosas en tierras lejanas”[ix]. Pero esto por nada significa que Estados Unidos o la Unión Europea ya no tengan nada que decir en este tablero, todo lo contrario. Continúan siendo los grandes referentes a nivel mundial. Aún tienen muchos elementos disuasorios para colaborar e intentar levantar de las cenizas toda una región que se encuentra constipada tanto por actores internacionales como nacionales.  
 
 
 

 
 
 
[i] Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Moldavia, Marruecos, Territorio palestino ocupado, Siria, Túnez y Ucrania.
[ii] Centro de Noticias de la ONU, Líbano recoge ya a más de un millón de refugiados sirios, [en línea], publicado el 03 de abril de 2014, revisado el 03 de abril de 2014, disponible en: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?newsID=29114#.Uz3Br1f-yMQ
[iii] Entiéndase Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europea
[iv] España y Reino Unido acompañaron a Estados Unidos, Polonia y República Checa estaban convencidos, Alemania y varios países titubearon y otros como Francia se negaron rotundamente.
[v] Al norte de Iraq, limítrofe con Turquía, Irán y Siria
[vi] Ex director de la Organización internacional de la Energía Atómica (OIEA) y quien aspiró en su momento a liderar la oposición egipcia.
[vii] Terra noticias, ElBaradei: política de occidente en Medio Oriente es un fracaso total, [en línea], publicado el 01 de abril de 2010, revisado el 02 de abril de 2014, disponible en: http://noticias.terra.com/noticias/elbaradei_politica_de_occidente_en_medio_oriente_es_una_fracaso_total/act2266054
[viii] Reunión de los principales líderes libios
[ix] Ben Ami, Shlomo, ‘Primavera árabe’, otoño occidental, [en línea], en El País, publicado el 13 de julio de 2011, revisado el 01 de abril de 2014.