24 de febrero de 2014
alcalorpolitico.com
Convertido, casi en un mito, desde aquella fuga en un cesto de ropa, hace 13 años, perpetrada por sus operadores en el inicio del mandato de Vicente Fox y con el reconocimiento de la Revista Forbes como uno de los hombres más ricos de América con una fortuna superior a los mil millones de dólares, este sábado cayó, nuevamente, luego de un operativo militar a cargo de la Marina Armada de México, Joaquín el “Chapo” Guzmán.
El “Chapo” era el hombre más buscado en México y el Mundo, por sus actividades por narcotráfico y otras derivadas de un imperio de la droga multimillonaria denominada Cártel del Pacífico, la más poderosa del continente con lazos de expansión a otros países, como Australia y principal introductor de droga a Estados Unidos.
El presidente Peña Nieto, destacó el trabajo coordinado de las instituciones de seguridad y política interna de México la Secretaría de Gobernación (Segob), de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina Armada de México (Semar), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Las repercusiones en todo el país no se hicieron esperar, las redes sociales fueron las primeras en multiplicar una información dada a conocer por la agencia internacional de noticias AP, con sede en Estados Unidos, la cual confirmaba la detención del principal Capo del narcotráfico.
Sin embargo las autoridades mexicanas, actuando con mucha cautela o, mejor conocido, como el síndrome del silencio: si lo capturamos pero no lo capturamos, ni negaba ni afirmaba el gran evento militar, sólo algunas cadenas de Televisión, principalmente, por cable interrumpieron su transmisión pero no pudieron confirmar el hecho, porque las autoridades mexicanas no contestaban, también seguían las noticias de AP.
Analistas políticos, económico y sociales dieron cuenta de lo pros y contras por esa detención, los beneficios y peligros que representa dejar sin cabeza a una poderosísima organización delictiva, el golpe a la víbora está dado y se queda chillando. Nadie sabe lo que viene.
La detención del “Chapo Guzmán” sin duda, también, difundió especulaciones de todo tipo desde los creyentes hasta los terribles agoreros del mal, que ante las primeras imágenes no tardaron en negar que ese detenido era el poderoso líder del cartel del Pacifico, que si era mas gordo, que si no tenía bigote, que si eso que si el otro, generando un clima de hasta burla” sobre la captura.
Inclusive la tardanza de la confirmación por parte de la Presidencia y Secretaría de Gobernación para aceptar el gran logro militar y aceptar el arresto del narcotraficante, creó grandes lagunas de credibilidad y descalificación de las fuerzas castrenses.
El por qué fue una agencia norteamericana (AP) la que dio la primicia y no las fuentes mexicanas las que divulgaran los hechos pusieron en duda la aprehensión del capo, la gente dudó otra vez de la certeza del hecho, se canceló la conferencia convocada por la SEGOB, y eso puso en entredicho, insisto, la credibilidad de las fuerzas militares que lograron una captura aséptica, según afirman, del Chapo y otros cómplices.
Lo bueno de esta acción militar “aunque el merito se cuestionó unas horas” es para la Marina Armada de México que demuestra, una vez más, que cuando les ordenan actuar para salvaguardar, garantizar el estado de derecho, la paz social y seguridad de los mexicanos, pueden lograr eso y mucho más.
Los ejércitos de paz necesitan, precisamente, garantizar la paz y salir a combatir contra las organizaciones criminales que ante la falta de operativos continuos ceden las calles a los delincuentes que operan diariamente a todas horas lastimando la tranquilidad ciudadana, inhibiendo el desarrollo y causando daños, de todo tipo, a la sociedad.
En fin, mérito a quien mérito merezca y reconocimiento a aquellos hombres que arriesgan la vida para que el resto de la sociedad pueda vivir con cierta paz y cierta tranquilidad, larga vida a las instituciones militares y el reconocimiento a su trabajo por el bien de México.
Suburbio 1
El ataque a los Baches. Circulan en las redes sociales fotos y comentarios sobre los baches que hay, por cierto en exceso, en las calles de Xalapa, dicen los afectados que hay que aprender a convivir con ellos, por ello toman fotos y a manera preventiva los marcan con gis y aerosol, hay mucha razón ante la indolencia de la autoridad.
[email protected]
El “Chapo” era el hombre más buscado en México y el Mundo, por sus actividades por narcotráfico y otras derivadas de un imperio de la droga multimillonaria denominada Cártel del Pacífico, la más poderosa del continente con lazos de expansión a otros países, como Australia y principal introductor de droga a Estados Unidos.
El presidente Peña Nieto, destacó el trabajo coordinado de las instituciones de seguridad y política interna de México la Secretaría de Gobernación (Segob), de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina Armada de México (Semar), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
Las repercusiones en todo el país no se hicieron esperar, las redes sociales fueron las primeras en multiplicar una información dada a conocer por la agencia internacional de noticias AP, con sede en Estados Unidos, la cual confirmaba la detención del principal Capo del narcotráfico.
Sin embargo las autoridades mexicanas, actuando con mucha cautela o, mejor conocido, como el síndrome del silencio: si lo capturamos pero no lo capturamos, ni negaba ni afirmaba el gran evento militar, sólo algunas cadenas de Televisión, principalmente, por cable interrumpieron su transmisión pero no pudieron confirmar el hecho, porque las autoridades mexicanas no contestaban, también seguían las noticias de AP.
Analistas políticos, económico y sociales dieron cuenta de lo pros y contras por esa detención, los beneficios y peligros que representa dejar sin cabeza a una poderosísima organización delictiva, el golpe a la víbora está dado y se queda chillando. Nadie sabe lo que viene.
La detención del “Chapo Guzmán” sin duda, también, difundió especulaciones de todo tipo desde los creyentes hasta los terribles agoreros del mal, que ante las primeras imágenes no tardaron en negar que ese detenido era el poderoso líder del cartel del Pacifico, que si era mas gordo, que si no tenía bigote, que si eso que si el otro, generando un clima de hasta burla” sobre la captura.
Inclusive la tardanza de la confirmación por parte de la Presidencia y Secretaría de Gobernación para aceptar el gran logro militar y aceptar el arresto del narcotraficante, creó grandes lagunas de credibilidad y descalificación de las fuerzas castrenses.
El por qué fue una agencia norteamericana (AP) la que dio la primicia y no las fuentes mexicanas las que divulgaran los hechos pusieron en duda la aprehensión del capo, la gente dudó otra vez de la certeza del hecho, se canceló la conferencia convocada por la SEGOB, y eso puso en entredicho, insisto, la credibilidad de las fuerzas militares que lograron una captura aséptica, según afirman, del Chapo y otros cómplices.
Lo bueno de esta acción militar “aunque el merito se cuestionó unas horas” es para la Marina Armada de México que demuestra, una vez más, que cuando les ordenan actuar para salvaguardar, garantizar el estado de derecho, la paz social y seguridad de los mexicanos, pueden lograr eso y mucho más.
Los ejércitos de paz necesitan, precisamente, garantizar la paz y salir a combatir contra las organizaciones criminales que ante la falta de operativos continuos ceden las calles a los delincuentes que operan diariamente a todas horas lastimando la tranquilidad ciudadana, inhibiendo el desarrollo y causando daños, de todo tipo, a la sociedad.
En fin, mérito a quien mérito merezca y reconocimiento a aquellos hombres que arriesgan la vida para que el resto de la sociedad pueda vivir con cierta paz y cierta tranquilidad, larga vida a las instituciones militares y el reconocimiento a su trabajo por el bien de México.
Suburbio 1
El ataque a los Baches. Circulan en las redes sociales fotos y comentarios sobre los baches que hay, por cierto en exceso, en las calles de Xalapa, dicen los afectados que hay que aprender a convivir con ellos, por ello toman fotos y a manera preventiva los marcan con gis y aerosol, hay mucha razón ante la indolencia de la autoridad.
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