9 de mayo de 2016
alcalorpolitico.com
Aunque en cada elección se le ha subestimado y restado importancia, el abstencionismo, tiene consecuencias para la entidad que las realiza y representa un obstáculo para el desarrollo democrático y para el progreso del pueblo que elige a su gobernante, a través del sufragio, o que decide no participar en la elección.
Esto, aunque algunos analistas lo consideran no alarmante, la verdad es que sí es peligroso el hecho de equivocarse en la elección de quien ha de gobernar la entidad por las repercusiones que puede tener, como es el caso actual del gobierno que termina o la decepción del gobernante federal que tiene agobiado a todos los habitantes del país.
Estas reflexiones surgen del debate e intercambio de ideas del suscrito con dos analistas políticos y sociales, los académicos Miguel A. Gallego y Antonio G. González, que nos visitaron este fin de semana y con los cuales se abrió la discusión para entender la importancia de la participación ciudadana y el abstencionismo en una elección.
El foro que dio oportunidad para esta reunión fue el Restaurante La Mansión, en la ciudad de Xalapa, cuyas instalaciones se prestaron para este diálogo, político social, en un ambiente sobrio muy adecuado para la reflexión y convivencia de los panelistas que, además, recibieron de los anfitriones del lugar un excelente servicio y atención, acompañada de una estupenda carta de carnes, especialidad de la casa, vinos y postres, que fue el colofón con el que cerraron la charla.
Los analistas coinciden que cada vez menos gente intervine en la importante decisión de elegir quien debe gobernar la ciudad, estado o país, lo que representa que cada elección sea menos representativa de la voluntad popular.
Angel A. Gallego, dijo, que el grave riesgo del abstencionismo es que los que no van a votar dejan la decisión en los que si votan, que, en las más de las ocasiones, no son electores representativos de la voluntad ciudadana sino miembros activos de los partidos, o acarreados, que sólo buscan el benéfico del día de la elección para la perpetuidad del coto de poder el grupo gobernante.
Otros, asisten a las urnas con la convicción de ejercer el sufragio porque es un derecho constitucional del ciudadano, no porque estén convencidos que el candidato que reciba el mayor número de votos es el mejor, para el cargo, porque sea el que cumplirá con el compromiso con la ciudadanía, luego de ganar la elección.
Esto quiere decir que sí vamos a votar estamos ejerciendo el derecho de exigir (a los Gobernantes) que los compromisos de campaña se cumplan, también, con la obligación moral de dirigir el futuro de la entidad y de ejecutar las políticas públicas para que la sociedad sobreviva y pueda progresar y desarrollarse.
A diferencia de otros países en México, no existe segunda vuelta, por lo tanto, cualquier candidato puede ganar con el mínimo de votos, por eso se considera que el abstencionismo afecta la legitimidad del gobernante electo y el resultado político puede ser desastroso como el periodo que vive Veracruz, luego de un sexenio gobernado por un partido que ganó, dudosamente, las votaciones y con un equipo ineficiente, acabo sumiendo a Veracruz en una crisis sin precedentes.
Antonio G. González, dijo, que en el sexenio del Presidente Calderón, éste propuso la iniciativa para segunda vuelta electoral, precisamente, para contrarrestar las dudas en torno a los resultados cerrados, cuando las votaciones no den ventaja absoluta al ganador, esa iniciativa permanece en el Congreso federal durmiendo el sueño de los justos.
También se sabe de una iniciativa que entró al análisis de los diputados en la legislatura federal a fin de instaurar el voto obligatorio de los ciudadanos para combatir el abstencionismo, sin embargo, esta medida tampoco se le ha dado entrada porque representa un peligro para las cúpulas gobernantes que actualmente dirigen el poder político y ejecutivo de este país. Los gobiernos le apuestan a que la gente no participe.
Las figuras de los candidatos independientes, en algunas regiones del país, han logrado atraer el voto ciudadano que manifiesta su hartazgo contra la corrupción política, el ejercicio autoritario de los gobernantes, el saqueo al erario y la desatención social, incluida la ineficiencia de la clase gobernante que provoca inseguridad, violencia, abandono del campo, desempleo, crisis económica, política, social, de salud y educativa, generando pobreza social y pobreza intelectual, obligando a los ciudadanos a sobrevivir en condiciones paupérrimas por el estancamiento económico.
Las consecuencias que genera el abstencionismo dependen del concepto de voto que cada ciudadano tenga, es decir, sufragar significa que el elector se convierte en seleccionador de un individuo, el mejor, para ocupar un puesto público evidentemente bien capacitado para desarrollar la función pública que el puesto requiere Presidente, Gobernador, Alcalde.
Al analizar la abstención, es importante tener presente que la gente no vota por motivos bastante diversos, motivos que a su vez, pueden variar de una elección a otra.
Así, varían también los grados de participación electoral y abstencionismo según el tipo y naturaleza de las elecciones. El elector es estimulado por esta variable, porque le afectarán directamente.
Las elecciones forman parte de la transición a la democracia y amenazan, generalmente, destituir un régimen decadente o decepcionante, por ello, suelen ser más participativas que otras y ante tanta decepción y arrepentimiento por el voto de las elecciones pasadas, éstas elecciones del 05 de junio, pueden ser altamente competitivas, por las condiciones en la que se encuentran los veracruzanos al día de hoy.
De la misma manera, es frecuente observar una mayor participación electoral cuando se presenta una simultaneidad de candidatos de los cuales Héctor Yunes Landa y Cuitláhuac García no han militado, anteriormente, en otros partidos y tienen una relativa buena reputación, los otros son arribistas y cargan con el estigma del por qué ya no militan en el PRI o el PAN.
En fin. La conclusión está en manos de los ciudadanos y lo que quieren para que Veracruz salga del hoyo.
Usted no se abstenga y venga disfrutar a la Mansión, todo el mes hay promoción para las mamás.
[email protected]
Esto, aunque algunos analistas lo consideran no alarmante, la verdad es que sí es peligroso el hecho de equivocarse en la elección de quien ha de gobernar la entidad por las repercusiones que puede tener, como es el caso actual del gobierno que termina o la decepción del gobernante federal que tiene agobiado a todos los habitantes del país.
Estas reflexiones surgen del debate e intercambio de ideas del suscrito con dos analistas políticos y sociales, los académicos Miguel A. Gallego y Antonio G. González, que nos visitaron este fin de semana y con los cuales se abrió la discusión para entender la importancia de la participación ciudadana y el abstencionismo en una elección.
El foro que dio oportunidad para esta reunión fue el Restaurante La Mansión, en la ciudad de Xalapa, cuyas instalaciones se prestaron para este diálogo, político social, en un ambiente sobrio muy adecuado para la reflexión y convivencia de los panelistas que, además, recibieron de los anfitriones del lugar un excelente servicio y atención, acompañada de una estupenda carta de carnes, especialidad de la casa, vinos y postres, que fue el colofón con el que cerraron la charla.
Los analistas coinciden que cada vez menos gente intervine en la importante decisión de elegir quien debe gobernar la ciudad, estado o país, lo que representa que cada elección sea menos representativa de la voluntad popular.
Angel A. Gallego, dijo, que el grave riesgo del abstencionismo es que los que no van a votar dejan la decisión en los que si votan, que, en las más de las ocasiones, no son electores representativos de la voluntad ciudadana sino miembros activos de los partidos, o acarreados, que sólo buscan el benéfico del día de la elección para la perpetuidad del coto de poder el grupo gobernante.
Otros, asisten a las urnas con la convicción de ejercer el sufragio porque es un derecho constitucional del ciudadano, no porque estén convencidos que el candidato que reciba el mayor número de votos es el mejor, para el cargo, porque sea el que cumplirá con el compromiso con la ciudadanía, luego de ganar la elección.
Esto quiere decir que sí vamos a votar estamos ejerciendo el derecho de exigir (a los Gobernantes) que los compromisos de campaña se cumplan, también, con la obligación moral de dirigir el futuro de la entidad y de ejecutar las políticas públicas para que la sociedad sobreviva y pueda progresar y desarrollarse.
A diferencia de otros países en México, no existe segunda vuelta, por lo tanto, cualquier candidato puede ganar con el mínimo de votos, por eso se considera que el abstencionismo afecta la legitimidad del gobernante electo y el resultado político puede ser desastroso como el periodo que vive Veracruz, luego de un sexenio gobernado por un partido que ganó, dudosamente, las votaciones y con un equipo ineficiente, acabo sumiendo a Veracruz en una crisis sin precedentes.
Antonio G. González, dijo, que en el sexenio del Presidente Calderón, éste propuso la iniciativa para segunda vuelta electoral, precisamente, para contrarrestar las dudas en torno a los resultados cerrados, cuando las votaciones no den ventaja absoluta al ganador, esa iniciativa permanece en el Congreso federal durmiendo el sueño de los justos.
También se sabe de una iniciativa que entró al análisis de los diputados en la legislatura federal a fin de instaurar el voto obligatorio de los ciudadanos para combatir el abstencionismo, sin embargo, esta medida tampoco se le ha dado entrada porque representa un peligro para las cúpulas gobernantes que actualmente dirigen el poder político y ejecutivo de este país. Los gobiernos le apuestan a que la gente no participe.
Las figuras de los candidatos independientes, en algunas regiones del país, han logrado atraer el voto ciudadano que manifiesta su hartazgo contra la corrupción política, el ejercicio autoritario de los gobernantes, el saqueo al erario y la desatención social, incluida la ineficiencia de la clase gobernante que provoca inseguridad, violencia, abandono del campo, desempleo, crisis económica, política, social, de salud y educativa, generando pobreza social y pobreza intelectual, obligando a los ciudadanos a sobrevivir en condiciones paupérrimas por el estancamiento económico.
Las consecuencias que genera el abstencionismo dependen del concepto de voto que cada ciudadano tenga, es decir, sufragar significa que el elector se convierte en seleccionador de un individuo, el mejor, para ocupar un puesto público evidentemente bien capacitado para desarrollar la función pública que el puesto requiere Presidente, Gobernador, Alcalde.
Al analizar la abstención, es importante tener presente que la gente no vota por motivos bastante diversos, motivos que a su vez, pueden variar de una elección a otra.
Así, varían también los grados de participación electoral y abstencionismo según el tipo y naturaleza de las elecciones. El elector es estimulado por esta variable, porque le afectarán directamente.
Las elecciones forman parte de la transición a la democracia y amenazan, generalmente, destituir un régimen decadente o decepcionante, por ello, suelen ser más participativas que otras y ante tanta decepción y arrepentimiento por el voto de las elecciones pasadas, éstas elecciones del 05 de junio, pueden ser altamente competitivas, por las condiciones en la que se encuentran los veracruzanos al día de hoy.
De la misma manera, es frecuente observar una mayor participación electoral cuando se presenta una simultaneidad de candidatos de los cuales Héctor Yunes Landa y Cuitláhuac García no han militado, anteriormente, en otros partidos y tienen una relativa buena reputación, los otros son arribistas y cargan con el estigma del por qué ya no militan en el PRI o el PAN.
En fin. La conclusión está en manos de los ciudadanos y lo que quieren para que Veracruz salga del hoyo.
Usted no se abstenga y venga disfrutar a la Mansión, todo el mes hay promoción para las mamás.
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