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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Quedan sólo cuatro semanas de campaña
Francisco L. Carranco
2 de mayo de 2016
alcalorpolitico.com
Quedan aproximadamente cuatro semanas para las elecciones y los candidatos siguen su marcha en busca del voto ciudadano que, a estas alturas de las campañas, ya se ha formado una opinión y quizás, esté reflexionando por quién y por quién no ha de votar el próximo 5 de junio.
 
Los candidatos alternan sus recorridos por el estado con debates y reuniones con los diferentes sectores sociales y productivos, tienen claro la problemática real que enfrentarán como sucesores de Javier Duarte y las implicaciones que esto representa.
 
La ciudadanía ha conocido a través de la prensa, radio, TV, periódicos electrónicos, redes sociales y directamente de la voz de los aspirantes a la gubernatura, las acciones y temas que pretenden resolver en tan sólo dos años de Gobierno y también quedan claras las intenciones de cada candidato para tratar de detener el colapso del estado con una inyección de optimismo.
 

Sin embargo, la ciudadanía atraviesa por una gran crisis de credibilidad por la decepción que le ha generado la clase política y el propio sistema de gobierno, tanto, que mantiene a la gente con la zozobra del qué va a pasar mañana ante las olas de inseguridad, violencia, crisis económica, incertidumbre en los pagos, el estancamiento del desarrollo ante tantos adeudos, el circulante de dinero que no llega a las instituciones para los programas sociales por tanta corrupción.
 
Eso ha creado un imaginario social de enojo, que fragmentará geográficamente el voto en toda la entidad y se enfatizará según el problema que más aqueje a la zona en donde viven los votantes.  
 
Pero la disyuntiva que enfrenta el elector con respecto a la decisión de ir o no a votar para elegir al relevo del Gobernador Duarte inquieta a los candidatos porque, según la encuestas publicadas, serias o no, dan una “virtual” ventaja al candidato del PAN-PRD, con las reservas del caso, como un termómetro de estimación que no de intención del voto, los encuestados han manifestado que podrían votar por tal o cual partido.
 

Sin embargo, en todas las encuestas sobresale un gran porcentaje de indecisos, que no han querido contestar o que aún no deciden su voto, por eso las cuatro semanas que quedan serán decisivas y de intensa comunicación de los candidatos que tratarán de estar en el ánimo del elector para obtener el voto.
 
La brecha de preferencias se va cerrando y las “encuestas” van aterrizando los datos y, prácticamente, reflejan que los punteros Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares, pueden ser los favoritos para obtener la mayoría de votos, ambos con pros y contras importantes.
 
Miguel Ángel Yunes, a pesar de su discurso agresivo esperanzador para acabar con la corrupción y los corruptos, ha bajado en la preferencia electoral debido al fuerte golpeteo, a nivel local y nacional, que recibió la última semana en donde los escándalos por una inmensa fortuna, que no ha podido explicar, le ha restado popularidad y creado indignación entre los ciudadanos que oyen y observan la danza de los millones, atribuidos a la familia Yunes, en escandalosas negociaciones inmobiliarias.
 

Los candidatos rivales le han tirado duro en los debates, principalmente, Héctor, Pipo y Alba Leonila, que lo han acusado de fabricar su riqueza cuando militó en el PRI y de traiciones hacia el partido que hoy lo cobija en la candidatura, hasta de un pacto con el actual gobernante en elecciones pasadas salió a relucir y el tráfico de influencias, siempre para beneficio personal y de su familia, eso confunde a los electores, que si bien ya habían decido votar por él, ahora reflexionarán que tanto beneficiaria un gobernante con un pasado fuertemente cuestionado y criticado y un futuro incierto envuelto en desconfianza e incertidumbre de la sociedad que se pregunta ¿es o ha sido corrupto?
 
Que tanta garantía hay para que los simpatizantes a él y al PAN-PRD, le otorguen el voto ganador, si no ha podido quitarse los golpes sobre la riqueza de la familia, los cuestionamientos de enriquecimiento ilícito, señalamientos de inconsistencia en sus declaraciones patrimoniales y algunas denuncias que andan por ahí.
 
Héctor Yunes Landa, que no ha podido aumentar su preferencia en la intención del voto, sí se ha beneficiado de la baja de su contrincante del PAN-PRD, y ahora los porcentaje de preferencia son los mínimos, quizás, en este momento, ya podríamos hablar de uno o dos puntos como bien lo señala la encuesta del periódico Reforma que plantea un escenario muy cercano a la realidad, prácticamente de empate técnico.
 

Yunes Landa, enfrenta en su campaña las lanzas del fuego amigo, el hartazgo de la ciudadanía por al actual gobierno y sus políticos, el daño moral de los veracruzanos por tantos hechos delictivos que sumen en el miedo a los veracruzanos que no quieren saber más del PRI ni de los gobernantes emanados de él.
 
Héctor tiene fama pública de honestidad y buen político, que hace campaña en un abollado partido y el desprestigio total de la clase política veracruzana, sin embargo, la mejor arma que tiene para salir ganador en las elecciones próximas, es la estructura partidista y la militancia de a de veras que, si salen y votan por el PRI, pueden llevarlo al triunfo, ante tanta fragmentación que ofrece la oferta electoral.
 
Sin duda Morena, Movimiento Ciudadano y el candidato Independiente recibirán mucho del voto de castigo, el de los indecisos, de los inconformes y aquellos que reflexionarán su voto para dárselo a aquel candidato que pudiera en un momento dado cumplir con las promesas de acabar con la trilogía de la crisis actual: inseguridad, corrupción y desempleo.
 

El líder de las encuestas son los indecisos que el día de las elecciones cambiarán el rumbo de la historia política de Veracruz si se deciden a votar, estemos pendientes estas cuatro últimas semanas de campaña y guerra sucia que sí tendran consecuencias, finalmente.