21 de diciembre de 2015
alcalorpolitico.com
Cada día que pasa, rumbo a la fecha pactada para que el PRI tenga su candidato a gobernador, los ánimos suben y bajan, se calientan pues, evidenciando con el juego político, quién posee la experiencia y contundencia en las actuaciones políticas de los participantes.
Y en medio de las frías posadas, los convivios con la clase trabajadora, el pago de aguinaldos, los pasivos aun no finiquitados con pensionados y jubilados, así como algunos proveedores y prestadores de servicio a los que el estado adeuda, la clase política también se agita, opina dan y reciben línea sobre especulaciones que se están jugando sobre la mesa y debajo de ella.
Al respecto hago la acotación sobre información vertida por un prestigiado periodista que asegura que el próximo candidato a gobernador del PRI sería el Senado, Héctor Yunes Landa, lo que sin duda es posible, pero hasta que no haya convocatoria, precandidatos oficiales y decisión eso está en veremos todavía.
Sin embargo, la precisión manifestada por el columnista, evidencia las zonas de guerra y la fortaleza de los cañonazos que cada uno dispara y, mientras en la aldea, la imposición del líder del PRI estatal toma delanteras y se trata de que todos los sectores estén listos para sumarse a un relativo destape de Alberto Silva; en el altiplano, Héctor Yunes Landa, cabildea con las alturas para ser él el candidato elegido.
Definitivamente, no son los tiempo políticos, pero, quien determina el tiempo político es quién va a decidir la instrucción al líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, para que informe a la militancia veracruzana y simpatizantes, quién será el “bueno” para ostentar la representación del PRI para competir por la gubernatura en Veracruz.
Y la decisión, hasta ahora, es una situación muy complicada, hay quienes le apuestan a la continuidad del gobierno actual y quienes quieren que las cosas sean diferentes, empezando por el candidato, las propuestas, las promesas y la forma de gobernar.
Esto pone en tensión los apoyos que cada precandidato cree que puede obtener, es decir, el cuento de la unidad es para suavizar la imposición de quién será el candidato, y menciono “imposición” porque las condiciones están puestas para ello la militancia y simpatizantes al interior del partido están por los senadores, esos que hacen política fina en México y permean con sus discursos las reuniones entre sus grupos, asociados, multiplicadores, amigos y simpatizantes, sean militantes o no.
Por el otro lado está el precandidato que tiene todo el apoyo político del estado, junto con la estructura y recursos del partido, que tiene posibilidades de ser elegidos, pero, que sólo se ha dedicado, o por lo menos eso parece, de tejer su pre precampaña en la entidad, dejando el terreno del altiplano sin cubrirá políticamente con los personajes que pueden inclinar la balanza para la “decisión” allá por el 15 de enero.
No son descuidos son estrategias, los locales juegan con los alcances del estado, los externos, es decir, los senadores, están donde se juega la política nacional y aprovechando la investidura de representantes del senado pues tienen mayores proyecciones política con el aparato federal incluido el propio Presidente Peña Nieto, que les toma las llamadas y acuerdan acciones en el ámbito de su competencia como senadores, pero, también acciones políticas que tienen que ver con la “decisión”.
La responsabilidad de elegir es no equivocarse, las cosas para el que salga candidato son más difíciles de lo que se puede observar.
No se puede soslayar a los ciudadanos y centrar la importancia de elegir un candidato elitista, producto de un aparato político distante, autoritario y alejado de la gente, para pedirle el voto y en el hipotético de que éste se lo otorgue, volverlo abandonar como ha sucedido los últimos años.
En fin las zonas en donde se hace la política para erigirse en candidato tienen sus campos de batalla, bien definidas, una en el todavía DF y la otra en el estado, apostándole fuertemente a que jugando como local se lleva ventaja al adversario.
Subuerbio 1
Obviamente al adversario interno, porque el que gane deberá enfrenta a los candidatos opositores del PAN – PRD y Morena, principalmente, y al ciudadano que cuando sale a votar el PRI tiembla.
Sobre Seguridad Pública.
Nos percatamos de la importancia que una Contraloría Social puede tener cuando sus integrantes se agrupan para obtener el bien común que beneficie a todos los participantes, alejados de grillas, e intereses políticos personales.
Y precisamente en Coatepec, el trabajo de está contraloría ciudadana ha permitido la respuesta inmediata de las autoridades del Seguridad Pública para abatir contundentemente el índice delictivo en el Pueblo Mágico, con la presencia de la Fuerza Civil y la coordinación con otras corporaciones como Transito del Estado, otorgando protección a los ciudadanos coatepecanos y a los miles de turistas que, diariamente, llegan a Coatepec. Felicidades a, Ricardo Galicia, y el comité directivo de la contraloría social, por los logros y ojalá que sus esfuerzos se multiplique y se vean reflejados en otros municipios que tanto necesitan disminuir el índice delictivo.
[email protected]
Y en medio de las frías posadas, los convivios con la clase trabajadora, el pago de aguinaldos, los pasivos aun no finiquitados con pensionados y jubilados, así como algunos proveedores y prestadores de servicio a los que el estado adeuda, la clase política también se agita, opina dan y reciben línea sobre especulaciones que se están jugando sobre la mesa y debajo de ella.
Al respecto hago la acotación sobre información vertida por un prestigiado periodista que asegura que el próximo candidato a gobernador del PRI sería el Senado, Héctor Yunes Landa, lo que sin duda es posible, pero hasta que no haya convocatoria, precandidatos oficiales y decisión eso está en veremos todavía.
Sin embargo, la precisión manifestada por el columnista, evidencia las zonas de guerra y la fortaleza de los cañonazos que cada uno dispara y, mientras en la aldea, la imposición del líder del PRI estatal toma delanteras y se trata de que todos los sectores estén listos para sumarse a un relativo destape de Alberto Silva; en el altiplano, Héctor Yunes Landa, cabildea con las alturas para ser él el candidato elegido.
Definitivamente, no son los tiempo políticos, pero, quien determina el tiempo político es quién va a decidir la instrucción al líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, para que informe a la militancia veracruzana y simpatizantes, quién será el “bueno” para ostentar la representación del PRI para competir por la gubernatura en Veracruz.
Y la decisión, hasta ahora, es una situación muy complicada, hay quienes le apuestan a la continuidad del gobierno actual y quienes quieren que las cosas sean diferentes, empezando por el candidato, las propuestas, las promesas y la forma de gobernar.
Esto pone en tensión los apoyos que cada precandidato cree que puede obtener, es decir, el cuento de la unidad es para suavizar la imposición de quién será el candidato, y menciono “imposición” porque las condiciones están puestas para ello la militancia y simpatizantes al interior del partido están por los senadores, esos que hacen política fina en México y permean con sus discursos las reuniones entre sus grupos, asociados, multiplicadores, amigos y simpatizantes, sean militantes o no.
Por el otro lado está el precandidato que tiene todo el apoyo político del estado, junto con la estructura y recursos del partido, que tiene posibilidades de ser elegidos, pero, que sólo se ha dedicado, o por lo menos eso parece, de tejer su pre precampaña en la entidad, dejando el terreno del altiplano sin cubrirá políticamente con los personajes que pueden inclinar la balanza para la “decisión” allá por el 15 de enero.
No son descuidos son estrategias, los locales juegan con los alcances del estado, los externos, es decir, los senadores, están donde se juega la política nacional y aprovechando la investidura de representantes del senado pues tienen mayores proyecciones política con el aparato federal incluido el propio Presidente Peña Nieto, que les toma las llamadas y acuerdan acciones en el ámbito de su competencia como senadores, pero, también acciones políticas que tienen que ver con la “decisión”.
La responsabilidad de elegir es no equivocarse, las cosas para el que salga candidato son más difíciles de lo que se puede observar.
No se puede soslayar a los ciudadanos y centrar la importancia de elegir un candidato elitista, producto de un aparato político distante, autoritario y alejado de la gente, para pedirle el voto y en el hipotético de que éste se lo otorgue, volverlo abandonar como ha sucedido los últimos años.
En fin las zonas en donde se hace la política para erigirse en candidato tienen sus campos de batalla, bien definidas, una en el todavía DF y la otra en el estado, apostándole fuertemente a que jugando como local se lleva ventaja al adversario.
Subuerbio 1
Obviamente al adversario interno, porque el que gane deberá enfrenta a los candidatos opositores del PAN – PRD y Morena, principalmente, y al ciudadano que cuando sale a votar el PRI tiembla.
Sobre Seguridad Pública.
Nos percatamos de la importancia que una Contraloría Social puede tener cuando sus integrantes se agrupan para obtener el bien común que beneficie a todos los participantes, alejados de grillas, e intereses políticos personales.
Y precisamente en Coatepec, el trabajo de está contraloría ciudadana ha permitido la respuesta inmediata de las autoridades del Seguridad Pública para abatir contundentemente el índice delictivo en el Pueblo Mágico, con la presencia de la Fuerza Civil y la coordinación con otras corporaciones como Transito del Estado, otorgando protección a los ciudadanos coatepecanos y a los miles de turistas que, diariamente, llegan a Coatepec. Felicidades a, Ricardo Galicia, y el comité directivo de la contraloría social, por los logros y ojalá que sus esfuerzos se multiplique y se vean reflejados en otros municipios que tanto necesitan disminuir el índice delictivo.
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