Una nueva diferencia financiera, está provocando tensión entre las relaciones Estado - Universidad Veracruzana, porque la información real sobre los subsidios, subvenciones, “aportaciones, participaciones, apoyos, compromisos” o, como usted quiera llamarle, a lo que el Gobierno le debe trasladar a la Universidad Veracruzana, en términos económicos, no llegan.
 
Por un lado el Gobierno, a través de sus instituciones financieras, dice, que el dinero comprometido, presupuestalmente, para la Universidad se entrega en tiempo y forma, que se da más, que se atienden los requerimientos y lo que le toca a la Universidad se le entrega mes con mes y que no se le debe nada.
 
En el otro extremo, la Universidad, a través de sus representantes administrativos manifiestan que “nel”, que el gobierno sí adeuda una cifra escandalosa que, cada día, le provoca una situación de precariedad por no poder atender los compromisos internos del alma mater. También, dicen, que ya hay una larga fila de proveedores a los que no les pagan
 

Cómo quiera la operación de la universidad no se ha detenido, pero si se han recortado los presupuestos para que operativamente la UV siga jalando, sin embargo, mientras pasan los meses y el dinero de la UV no llega en su totalidad, se arriesgan las prestaciones del profesorado y del personal y trabajadores al servicio de esa casa de estudios, porque, la ausencias de sueldos y salarios, pueden terminar en acciones de protesta y manifestación como paros y tomas de instalaciones, por parte de los sindicatos con sus agremiados, esto, conllevaría al riesgo de que los estudiantes puedan perder el semestre o se atrasen ante la suspensión de clases.
 
Por otra parte, la incertidumbre de lo que pasa en las relaciones Gobierno – Universidad Veracruzana no termina ahí; el director del Instituto de Pensiones, Armando Adriano Fabre, acaba de informar que la Universidad Veracruzana “adeuda” de cuotas al IPE, si se permite el termino, algo así como dos mil 65 millones pesos más o menos, debido a una carencia que se acarrea por pago de pensiones y jubilaciones a empleados de la UV.
 
La cifra, según manifiesta Adriano Fabre, es un déficit entre las aportaciones de los pensionados y los trabajadores activos que, con sus cuotas, no cubren para pagar las pensiones, eso obliga a que el IPE “solvente” el pago para los ex trabajadores que durante mas o menos 30 años aportaron mensualmente sus descuentos para una vida digna luego de terminar con su vida laboral.
 

La afectación que la falta de dinero, para pago de pensiones y pago de sueldos y salarios, puede generar un conflicto de índole social mayor, debido a que los ex trabajadores de la UV requieren necesariamente del sueldo para sobrevivir, los trabajadores activos de la UV requieren el pago para hacer frente a la sobrevivencia que la seguridad del pago les garantiza, agregamos que los alumnos se verán afectados si los maestros se manifiestan como acostumbran, huelgas, cuando les falta lo más importante de su trabajo que es el pago oportuno.
 
La tensión sube de tono con las declaraciones de, Adriano Fabre, porque pareciera que la UV fuera omisa y de alguna parte culpable que al IPE le falte dinero, sin embargo, media un acuerdo entre Finanzas y la UV para saldar las cuentas que la UV dice que se le debe.  
 
Mientras la respuesta del IPE pareciera tratar de equilibrar los cartones para que, de alguna forma, el Gobierno no salga tan raspado por el cobro que le hace el alma mater, la misma Ley del IPE prevé todos los asuntos relacionados con las pensiones y el estado es solidario para pagar lo que el IPE no pueda.
 

El no pago de subsidio y subvenciones de SEFIPLAN a la UV es harina de otro costal, los recursos están etiquetados para que lleguen a la Universidad, no para que sean procesados en ese supuesto sistema instrumentado en este sexenio denominado la “licuadora” donde entran todos los fondos federales, se revuelven, se cocinan y el Secretario en turno dispone a donde va a dar el reparto, cuando hay.
 
El escarceo financiero provocado por el Director del IPE, se da acá en el estado, pero lo grave del asunto es que la Rectora, Sara ladrón de Guevara, ha llevado el asunto de la deuda a la ciudad de México, ha expuesto que la Secretaría de Finanzas no baja a la Universidad los recursos por subsidios y subvenciones, que le corresponden algo así como 5 mil millones de pesos, principalmente, del gobierno federal y del gobierno estatal, que no acaban de depositar a las cuentas de la UV.
 
La escasa información real, sólo lo conocen los involucrados en ambas partes, lo correspondiente al Gobierno y la Universidad Veracruzana, sin embargo, si la tensión se convierte en conflicto la Universidad Veracruzana cuenta con el apoyo del Senado, Dependencias Federales involucradas en el presupuesto para la UV, la comunidad universitaria nacional, es decir, varias Universidades del país han manifestado el apoyo directo a la UV para que el Gobierno de Veracruz pague lo que adeuda; los diputados federales y locales no han dicho absolutamente nada, esto representa un conflicto político, que al Gobierno no le conviene por la cercanía del año electoral.
 

Los escenarios son distintos la UV pelea desde el altiplano, con prensa nacional y dependencias federales y la ANUIES, y el Gobierno acá, acá en la aldea, con la prensa local y su gabinete. Alguien debe tener la razón y reza el refrán popular “… que el que tiene el balón, generalmente, es el que gana”.
 
Sin embargo, dos días antes del V Informe del Gobernador Duarte, a través de un comunicado se explicó, sobre el convenio que existe para que el gobierno aporte el subsidio que le corresponde así como la participación federal que llega a la UV a través de Finanzas, éstos serán pagados aunque no se dijo cuándo.
 
[email protected]