“Le llovieron una serie de cuestionamientos al AMLOve o MALOve, por parte de quien, sus malquerientes, <<obvio: de la tríada del PRD-PT-MC>>, le cuestionan su calidad de calificador <<se refieren al poeta Javier Sicilia>> que oscilaron entre señalamientos de autoritario, intolerante, mesiánico, incongruente y hasta omiso con los más de 60 mil muertos que ha arrojado la guerra contra el crimen organizado”. A López Obrador, más que a los otros aspirantes a la presidencia de la república. “El Juez” Sicilia lo dejó como coladera: todo agujereado.

 

“Ni para usted ni para su partido existen los casi 60 mil muertos, los cientos de desplazados, las viudas, los niños, no existe nuestro sufrimiento”, increpó Javier Sicilia, durante la reunión del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con López Obrador”.

 

Y los otros aspirantes a la presidencia de la república.

 

“Para muchos, López Obrador significa “la red de componendas locales con dirigentes que años atrás reprimieron a quienes buscaban un camino democrático. El señor (Manuel) Bartlett, es toda una punta del iceberg”, acusó Sicilia.

 

Significa –agregó—“la intolerancia, la sordera, la confrontación en contra de lo que pregona su república amorosa en aquellos que no se le parecen o comparten sus opiniones”.

 

“Para otros más, dijo, también “significa el resentimiento político, la revancha sin matices contra lo que fueron las desaseadas elecciones de 2006”.

 

Palabras más, menos, lo que el poeta Sicilia le dijo, entre otras cosas, a AMLOve, es : Intolerante: Que no es permeable a la tolerancia; sólo su palabra vale. Mesiánico: Sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento <<como venido del cielo>> hay puesta confianza inmotivada o desmedida. Autoritario: Partidario extremado del principio de autoridad <<porque yo lo digo, por ejemplo>>. Incongruente: No congruente; no conveniente; no coherente; no lógico. Y, además: Omiso: Flojo, descuidado.

 

Y el que aspira a la silla del águila, al sentir el látigo de la crítica; él <<quien no la admite ni la tolera>>, o sea AMLOve, se revolvió furioso contra el poeta, y le exigió que “no lo metiera en el mismo costal”, refiriéndose, seguramente, a otros políticos que no son como él <<porque él es todo un fuera de serie, el elegido de los dioses para gobernar esta dolorosa república>>, que tiene otra formación <<no dijo cual o de que modo>>; que viene de otro mundo, pues.

 

De los cuatro aspirantes, AMLOve puso en cámaras un rostro descompuesto por el coraje; por la furia que sentía contra “su agresor”; o tal vez porque en el alcázar del Castillo de Chapultepec, no le rindieron la pleitesía que esperaba, ni le ofrecieron las flores que le advirtieron, le ofrecerían.

 

A su lado, el inefable Chucho mayor, tenía cara de funeral y cuando terminó su calvario, puso pies en polvorosa, si hacer comentario alguno.

 

El príncipe de “las izquierdas” busca ahora, a los jóvenes, para lanzarlos furiosamente, contra Peña Nieto, como si éste hubiera “encuerdado” al poeta Sicilia para <<encuerarlo, como nadie se había atrevido a hacerlo públicamente>>.

 

Pero falta que los jóvenes se dejen. Y aunque ya a saben que también ellos tienen a un ídolo con pies de barro, que no resiste la menor crítica por todos “los atributos” que lo adornan, y que han tapado con la manta del desprestigio que le endilgan a Peña Nieto, por ser candidato de un partido que como el PRI, como el PRD, o como el PAN, no viene de la mejor historia del pasado lejano, y también del reciente, no se dejarán arrancar el movimiento que si sigue honesto y limpio, avanzará más allá de las elecciones.

 

Y ni modo que digan que el poeta Sicilia está apoyando a Peña Nieto. El vecino de Cuernavaca tundió a todos los aspirantes, pero fue especialmente demoledor con el caudillo de “las izquierdas” que ya se siente presidente de la república porque, afirma, <<los jóvenes lo llevarán al poder”.