24 de mayo de 2016
alcalorpolitico.com
Para el aparato oficial las noticias fueron malas ayer. El titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), Santiago Nieto Castillo, dijo que las denuncias recurrentes registradas durante el actual proceso electoral convierten a Veracruz en zona de “atención prioritaria” para la dependencia a su cargo, dependiente de la Procuraduría General de la República.
En declaraciones a El Universal confirmó que en el caso de nuestro estado se han presentado más de 250 denuncias por la comisión de presuntos delitos electorales –es el que más tiene– que van desde el condicionamiento de programas sociales y la compra de votos hasta el llamado turismo electoral, que implica el acarreo de votantes de un estado a otro, de Tabasco a Coatzacoalcos, por ejemplo.
Fue más allá. Dio a conocer que en Veracruz se han presentado dos denuncias por financiamiento ilícito destinado a las campañas electorales, por lo que la Fiscalía a su cargo realiza las primeras diligencias para conocer el fondo del asunto, aunque no quiso revelar más detalles, y expresó que por ello se realizará un gran despliegue ministerial a partir del jueves 2 de junio en el territorio estatal.
Yo que conocí al PRI por dentro y por fuera, autoritario casi dictatorial, vertical, omnipotente y omnipresente, avasallante, que hacía lo que quería en el siglo pasado, nunca me imaginé que alcanzaría a ver en vida a un PRI que en vísperas de una elección se quejara de “focos rojos” en Veracruz.
Ayer Jorge Carlos Ramírez Marín, representante del PRI ante el Instituto Nacional Electoral, denunció que en nuestro estado tienen zonas muy localizadas donde podrían presentarse conflictos, debido a la complejidad del proceso electoral, según una nota del diario Reforma.
La quejumbre antes era de la oposición, por su impotencia ante los abusos de los gobiernos priistas que cometían fraude electoral a su antojo pero, no cabe duda, luego de más de 80 años de gobernar Veracruz, el PRI ya cojea, se apoya en un bastón para andar y en una de esas se cae y se descalabra. Y para colmo, la FEPADE le está amarrando las manos y lo tiene bajo la lupa.
Dos columnistas
Por otro lado, dos leídos y reconocidos columnistas, Ciro Gómez Leyva (“La historia en breve”, de El Universal) y Leo Zuckermann (“Juegos de poder”, de Excelsior), el primero dio por hecho ayer que la elección la va a ganar Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, y el segundo apuntó que de acuerdo a los encuestadores, “el morenista tiene posibilidades serias de ganar la elección”.
Ciro expresa que las mediciones “perfilan” que ganará Morena, y coincide con lo que publiqué ayer en “Prosa aprisa” de que sea cual sea el resultado el ganador será Morena, porque, dije, “no cabe ya ninguna duda, se ha colocado entre las tres grandes fuerzas políticas de Veracruz, se ha hecho de un nuevo voto duro y de un gran capital electoral y en una de esas gana”. Ciro apuntó: “Pienso que ganará porque la votación que alcance el partido de López Obrador en esa entidad de más de 5 millones de electores será la gran nota nacional del 5 de junio”. Y enumera cuatro razones por las que, a su juicio, ganará Cuitláhuac.
Sin embargo, dejó la víbora chillando, cuando en el remate de su columna señaló: “Mal comienza la semana… vienen trabajos muy duros contra Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte, lunes y martes”. ¿Qué quiso decir? ¿A qué se refirió? ¿Alguna actuación de la PGR en contra de ambos para despejarle el camino a Héctor Yunes Landa?
Zuckermann, a su vez, expresó: “Mientras los Yunes del PAN y del PRI se echan estiércol de un lado a otro, crece Cuitláhuac García, candidato de Morena”.
Duarte hizo lo correcto
El domingo por la noche se filtró en las redacciones de los medios e incluso entre columnistas que ayer lunes a temprana hora el gobernador Javier Duarte de Ochoa ofrecería una conferencia de prensa sobre temas diversos, sin precisar alguno.
Pero no fue él sino el Secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita y el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras quienes salieron a informar sobre el hecho de sangre que tuvo lugar en los primeros minutos del domingo en un antro de Xalapa.
Por fin el gobernador, a seis meses de terminar su gestión, hizo lo correcto: para eso están sus colaboradores, para que den la cara e informen sobre los problemas que se presentan y atañen a sus áreas, lo que no le quita la responsabilidad que le toca como conductor de la vida pública de Veracruz.
Aconsejado por quién sabe quién, mal asesorado, Duarte durante casi todo el tiempo que lleva de su gobierno se sometió al escrutinio de los medios saliendo a responder sobre temas por los que debieron haber respondido siempre sus subalternos. El costo para él en materia de imagen fue desastroso.
En la vieja ortodoxia política, cuando había verdadera clase política en Veracruz, el gobernador era la última instancia para enfrentar y resolver personalmente un problema, un conflicto; lo hacían los propios secretarios de despacho y ya en el mayor nivel, sólo por abajo del gobernante, el Secretario de Gobierno.
Ellos eran incluso hombres de sacrificio, esto es, aunque el gobernador tuviera la culpa de algún error o mala decisión, los pendejos eran sus colaboradores y si era necesario se les cesaba fulminantemente para que cargaran con la culpa, aunque discretamente se les siguiera manteniendo en la nómina hasta que se presentara alguna oportunidad para rescatarlos.
Claro, el gobernador gobernaba, es decir, estaba atento a todo y disponía, ordenaba para resolver, pedía cuentas a sus colaboradores, recibía a las partes cuando ya se habían agotado todas las instancias, o lo hacía cuando era para que le fueran a agradecer por alguna gestión. El gobernador era el hombre infalible, era el generoso, el bondadoso, el bienhechor, el campeón, al que todos querían y respetaban… hasta que llegaron los chamacos llamados de la Fidelidad y acabaron con todo.
Nunca es tarde para aprender aunque ya es bastante tarde para querer revertir el daño causado en la figura e imagen del gobernador. Pero al menos, esta vez políticamente se hizo lo correcto.
El candidato a diputado más votado
Nos vimos en un café de Coatzacoalcos y Víctor Rodríguez Gallegos, candidato del PRI a diputado local me dijo en forma contundente: “Voy a ganar. Seré el candidato más votado a favor del PRI en todo el estado”.
Para él no existe el fantasma de Morena, pese a que la generalidad de los comentarios es que esa plaza es de Andrés Manuel López Obrador.
En realidad, a diferencia de otros anteriores a él, no es mal candidato. Está muy identificado con la clase popular porque proviene de ella y, al contrario, en todo caso no lo verían bien las familias porteñas de abolengo, de apellidos famosos.
Casado, con dos hijos, nació en el Polígono Sur, un amplio sector de familias precaristas (no muy lejos de donde vive mi familia, que lo conoce y a la que conoce), y desde los seis años fue “cerillito” y luego mil usos: ayudante de albañil, de plomero, de pintor, de samblastero (limpian tubería corroída), taxista y mesero, hasta que pudo ingresar a la UV a cursar una carrera con la ayuda de su madre, doña Sirenia Gallegos, quien fue la nana del hoy Director General de Pemex, José Antonio González Anaya (ella se ganaba la vida trabajando en las casas de doméstica o lavando ropa ajena).
Inició su carrera política como dirigente juvenil universitario, luego fue Director de Atención Ciudadana y Secretario de Gobierno del Ayuntamiento porteño, fue delegado regional de la SEV, analista político de la Secretaría de Gobierno, Director de Recursos Materiales de la Legislatura local, Jefe de la Unidad Administrativa de la Sedesol local y más tarde por concurso ganó la Subdelegación de Administración y Finanzas de la Sedesol federal, por lo que le sobra experiencia. Actualmente es el dirigente estatal del Movimiento Territorial del PRI.
En buena parte su seguridad de que va a ganar la basa en que es un verdadero ¡padrino!, pues en 2014 apadrinó a 5 mil estudiantes, en 2015 a 8 mil y en este 2016 ya lo ha hecho con 12 mil, todos de distintas generaciones de 210 centros educativos de todos los niveles. Se le desea suerte.
Jarocho en Xalapa y en Coatzacoalcos
A propósito de Coatzacoalcos, el próximo 4 de junio se presentará allá el famoso espectáculo Jarocho, de lo cual darán detalles este martes en conferencia de prensa Alejandra Aguilar Cobos, gerente del Fondo de Empresas Universitarias de la UV, Verónica Alanís Moreno, coordinadora general del espectáculo, y Perla Hernández Luna, coordinadora de Relaciones Públicas.
En Xalapa, donde se presentará el 27 y 28 de mayo luego de nueve años de no hacer una presentación pública, los boletos están casi agotados. Jarocho es un espectáculo que nació en 2003 bajo el aliento y patrocinio del gobernador Miguel Alemán Velasco, el año pasado tuvo una temporada triunfal en París y el próximo año viaja de nuevo a Europa, a Suiza y Holanda. A la fecha es la representación artística que más pone en alto el nombre de la Universidad Veracruzana a nivel nacional e internacional.
En declaraciones a El Universal confirmó que en el caso de nuestro estado se han presentado más de 250 denuncias por la comisión de presuntos delitos electorales –es el que más tiene– que van desde el condicionamiento de programas sociales y la compra de votos hasta el llamado turismo electoral, que implica el acarreo de votantes de un estado a otro, de Tabasco a Coatzacoalcos, por ejemplo.
Fue más allá. Dio a conocer que en Veracruz se han presentado dos denuncias por financiamiento ilícito destinado a las campañas electorales, por lo que la Fiscalía a su cargo realiza las primeras diligencias para conocer el fondo del asunto, aunque no quiso revelar más detalles, y expresó que por ello se realizará un gran despliegue ministerial a partir del jueves 2 de junio en el territorio estatal.
Yo que conocí al PRI por dentro y por fuera, autoritario casi dictatorial, vertical, omnipotente y omnipresente, avasallante, que hacía lo que quería en el siglo pasado, nunca me imaginé que alcanzaría a ver en vida a un PRI que en vísperas de una elección se quejara de “focos rojos” en Veracruz.
Ayer Jorge Carlos Ramírez Marín, representante del PRI ante el Instituto Nacional Electoral, denunció que en nuestro estado tienen zonas muy localizadas donde podrían presentarse conflictos, debido a la complejidad del proceso electoral, según una nota del diario Reforma.
La quejumbre antes era de la oposición, por su impotencia ante los abusos de los gobiernos priistas que cometían fraude electoral a su antojo pero, no cabe duda, luego de más de 80 años de gobernar Veracruz, el PRI ya cojea, se apoya en un bastón para andar y en una de esas se cae y se descalabra. Y para colmo, la FEPADE le está amarrando las manos y lo tiene bajo la lupa.
Dos columnistas
Por otro lado, dos leídos y reconocidos columnistas, Ciro Gómez Leyva (“La historia en breve”, de El Universal) y Leo Zuckermann (“Juegos de poder”, de Excelsior), el primero dio por hecho ayer que la elección la va a ganar Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, y el segundo apuntó que de acuerdo a los encuestadores, “el morenista tiene posibilidades serias de ganar la elección”.
Ciro expresa que las mediciones “perfilan” que ganará Morena, y coincide con lo que publiqué ayer en “Prosa aprisa” de que sea cual sea el resultado el ganador será Morena, porque, dije, “no cabe ya ninguna duda, se ha colocado entre las tres grandes fuerzas políticas de Veracruz, se ha hecho de un nuevo voto duro y de un gran capital electoral y en una de esas gana”. Ciro apuntó: “Pienso que ganará porque la votación que alcance el partido de López Obrador en esa entidad de más de 5 millones de electores será la gran nota nacional del 5 de junio”. Y enumera cuatro razones por las que, a su juicio, ganará Cuitláhuac.
Sin embargo, dejó la víbora chillando, cuando en el remate de su columna señaló: “Mal comienza la semana… vienen trabajos muy duros contra Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte, lunes y martes”. ¿Qué quiso decir? ¿A qué se refirió? ¿Alguna actuación de la PGR en contra de ambos para despejarle el camino a Héctor Yunes Landa?
Zuckermann, a su vez, expresó: “Mientras los Yunes del PAN y del PRI se echan estiércol de un lado a otro, crece Cuitláhuac García, candidato de Morena”.
Duarte hizo lo correcto
El domingo por la noche se filtró en las redacciones de los medios e incluso entre columnistas que ayer lunes a temprana hora el gobernador Javier Duarte de Ochoa ofrecería una conferencia de prensa sobre temas diversos, sin precisar alguno.
Pero no fue él sino el Secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita y el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras quienes salieron a informar sobre el hecho de sangre que tuvo lugar en los primeros minutos del domingo en un antro de Xalapa.
Por fin el gobernador, a seis meses de terminar su gestión, hizo lo correcto: para eso están sus colaboradores, para que den la cara e informen sobre los problemas que se presentan y atañen a sus áreas, lo que no le quita la responsabilidad que le toca como conductor de la vida pública de Veracruz.
Aconsejado por quién sabe quién, mal asesorado, Duarte durante casi todo el tiempo que lleva de su gobierno se sometió al escrutinio de los medios saliendo a responder sobre temas por los que debieron haber respondido siempre sus subalternos. El costo para él en materia de imagen fue desastroso.
En la vieja ortodoxia política, cuando había verdadera clase política en Veracruz, el gobernador era la última instancia para enfrentar y resolver personalmente un problema, un conflicto; lo hacían los propios secretarios de despacho y ya en el mayor nivel, sólo por abajo del gobernante, el Secretario de Gobierno.
Ellos eran incluso hombres de sacrificio, esto es, aunque el gobernador tuviera la culpa de algún error o mala decisión, los pendejos eran sus colaboradores y si era necesario se les cesaba fulminantemente para que cargaran con la culpa, aunque discretamente se les siguiera manteniendo en la nómina hasta que se presentara alguna oportunidad para rescatarlos.
Claro, el gobernador gobernaba, es decir, estaba atento a todo y disponía, ordenaba para resolver, pedía cuentas a sus colaboradores, recibía a las partes cuando ya se habían agotado todas las instancias, o lo hacía cuando era para que le fueran a agradecer por alguna gestión. El gobernador era el hombre infalible, era el generoso, el bondadoso, el bienhechor, el campeón, al que todos querían y respetaban… hasta que llegaron los chamacos llamados de la Fidelidad y acabaron con todo.
Nunca es tarde para aprender aunque ya es bastante tarde para querer revertir el daño causado en la figura e imagen del gobernador. Pero al menos, esta vez políticamente se hizo lo correcto.
El candidato a diputado más votado
Nos vimos en un café de Coatzacoalcos y Víctor Rodríguez Gallegos, candidato del PRI a diputado local me dijo en forma contundente: “Voy a ganar. Seré el candidato más votado a favor del PRI en todo el estado”.
Para él no existe el fantasma de Morena, pese a que la generalidad de los comentarios es que esa plaza es de Andrés Manuel López Obrador.
En realidad, a diferencia de otros anteriores a él, no es mal candidato. Está muy identificado con la clase popular porque proviene de ella y, al contrario, en todo caso no lo verían bien las familias porteñas de abolengo, de apellidos famosos.
Casado, con dos hijos, nació en el Polígono Sur, un amplio sector de familias precaristas (no muy lejos de donde vive mi familia, que lo conoce y a la que conoce), y desde los seis años fue “cerillito” y luego mil usos: ayudante de albañil, de plomero, de pintor, de samblastero (limpian tubería corroída), taxista y mesero, hasta que pudo ingresar a la UV a cursar una carrera con la ayuda de su madre, doña Sirenia Gallegos, quien fue la nana del hoy Director General de Pemex, José Antonio González Anaya (ella se ganaba la vida trabajando en las casas de doméstica o lavando ropa ajena).
Inició su carrera política como dirigente juvenil universitario, luego fue Director de Atención Ciudadana y Secretario de Gobierno del Ayuntamiento porteño, fue delegado regional de la SEV, analista político de la Secretaría de Gobierno, Director de Recursos Materiales de la Legislatura local, Jefe de la Unidad Administrativa de la Sedesol local y más tarde por concurso ganó la Subdelegación de Administración y Finanzas de la Sedesol federal, por lo que le sobra experiencia. Actualmente es el dirigente estatal del Movimiento Territorial del PRI.
En buena parte su seguridad de que va a ganar la basa en que es un verdadero ¡padrino!, pues en 2014 apadrinó a 5 mil estudiantes, en 2015 a 8 mil y en este 2016 ya lo ha hecho con 12 mil, todos de distintas generaciones de 210 centros educativos de todos los niveles. Se le desea suerte.
Jarocho en Xalapa y en Coatzacoalcos
A propósito de Coatzacoalcos, el próximo 4 de junio se presentará allá el famoso espectáculo Jarocho, de lo cual darán detalles este martes en conferencia de prensa Alejandra Aguilar Cobos, gerente del Fondo de Empresas Universitarias de la UV, Verónica Alanís Moreno, coordinadora general del espectáculo, y Perla Hernández Luna, coordinadora de Relaciones Públicas.
En Xalapa, donde se presentará el 27 y 28 de mayo luego de nueve años de no hacer una presentación pública, los boletos están casi agotados. Jarocho es un espectáculo que nació en 2003 bajo el aliento y patrocinio del gobernador Miguel Alemán Velasco, el año pasado tuvo una temporada triunfal en París y el próximo año viaja de nuevo a Europa, a Suiza y Holanda. A la fecha es la representación artística que más pone en alto el nombre de la Universidad Veracruzana a nivel nacional e internacional.