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Sección: Estado de Veracruz

CECATI 42 ofrece clases para capacitar en algún oficio a personas discapacitadas

- Inicialmente se les enseñaría a usar programas de computadora, pero pidieron aprender otras cosas: Director

- Aquí encuentran alguna oportunidad quienes son rechazados en otros planteles o víctimas de abuso

Rodrigo Barranco D?ctor Veracruz, Ver. 31/08/2014

alcalorpolitico.com


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Jóvenes que sufren de alguna discapacidad, rechazados en otros planteles o víctimas de abuso escolar en el pasado, encontraron la esperanza de aprendizaje y superación en una escuela pública que ha logrado vencer la intolerancia.

Se trata del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (CECATI) No. 42, en donde estudian un oficio cerca de 250 alumnos que no encontraban cabida en otra escuela de gobierno por tener problemas motrices, del habla, de la vista o neurológicos.

Los programas que se han impuesto en esa institución, para la atención de ese sector de la población, han tenido tanto éxito que la Secretaría de Educación Pública (SEP), ordenó fundar, en ese mismo plantel, un bachillerato exclusivo para población con discapacidad el cual empieza a operar este lunes.



Rubén Benítez González, director del CECATI 42, explicó que todo inició con un programa piloto del gobierno llamado “Aula Poeta”, que significa “Programa de Oportunidades para el Empleo a través de la Tecnología en las Américas”, en donde participa la compañía Microsoft.

Aunque la finalidad era enseñar a las personas con capacidades diferentes a aprender el uso de programas por computadora para que consiguiera empleos de oficina, los muchachos, que empezaron a ir, notaron que ahí impertían oficios y pidieron su inclusión.

El maestro asegura que el alumnado, compuesto por casi 6 mil estudiantes en todos los turnos, vio con buenos ojos que compañeros, que sufrían de problemas de salud, tomaran clases junto a ellos y es como empezó todo.



En la actualidad, el Cecati 42 tiene una plantilla de 250 jóvenes que no caminan, tienen problemas del habla, no ven o sufren de problemas neurológicos. Ellos, van a clases no sólo al “Aula Poeta”, sino también a costura, cocina, repostería y, cuando pueden, en mecánica o torno.

A partir de este lunes, otros 25 alumnos, con las mismas condiciones, iniciarán el curso de primer semestre de bachillerato en las instalaciones de la escuela.

Inclusión clave



Benítez González, consideró que el éxito que tienen es porque esos jóvenes llegaron al plantel huyendo de otros en donde eran sujetos de burlas y golpes, por parte de sus compañeros o de plano de los mismos maestros que no estaban preparados para impartir clases especiales.

“Las personas que vienen, vienen rechazadas de otras instituciones; muchos vienen y nos dicen ‘es que a mi hijo le hicieron mucho bullying en aquella y escuela y ya no lo podía tener’, y vienen aquí y encuentran un panorama de aceptación, y eso es bien importante. Para ellos venir a esta escuela y ser aceptados es lo máximo”, dijo el director.

Él mismo reconoció que no tienen un programa de inclusión y aceptación entre el alumnado común pero que por fortuna no se han dado casos de acoso escolar que en otras instituciones.



“Nosotros tenemos una especialidad que se llama ‘Asistente Familiar y de Salud’, en esa especialidad se les enseña a las personas a tratar a las personas con discapacidad. Llevan cursos como el lenguaje a señas, lo que es el lenguaje braille, lo que es atención al adulto mayor, cuidados básicos, rehabilitación física y rehabilitación escolar familiar, esta formación nos ha permitido canalizar a todos los demás. Yo hasta ahorita, que te pueda decir que hemos hecho una acción específica, no, pero la comunidad lo ha aceptado bien. No hemos tenido rechazo ni los muchachos han sentido bullying”, afirmó.

En el CECATI 151, de la ciudad de Xalapa, también existe un programa similar de inclusión y aprendizaje a ese sector de la población. En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río hay otros dos planteles con esos proyectos aunque sin la misma demanda.

Cada joven, con capacidad diferente, que acude a clases al “Aula Peta” o al bachillerato, recibe una beca federal de mil 500 pesos al mes hasta que termine sus estudios.